Los trabajadores de Nissan Cantabria avalan un acuerdo que garantiza su futuro

Cuatro largas semanas han sido necesarias para sellar el acuerdo que permitirá que la planta de Nissan en Los Corrales tenga un «futuro sostenible», como dijo su director de operaciones, Eduard Reimondez. Cerca de las dos de la madrugada del jueves al viernes comité de empresa y Dirección se levantaron de la mesa de negociación con un preacuerdo sobre el plan de ultracompetitividad para el periodo 2020-2023 que se presenta como el garante de una fábrica que ha ido salvando obstáculos día a día en un año dramático para el grupo en España, tras el cierre de las plantas de Barcelona. Un acuerdo que garantiza el empleo e inversiones millonarias en la histórica factoría de Los Corrales.

El acuerdo da respuesta, por un lado, a los tres ejes del plan presentado por la Dirección desde un primer momento: la mejora del rendimiento de la planta, el aumento del volumen de negocio y la renovación de las instalaciones, incluyendo la introducción de nuevas tecnologías. Pero también recoge los objetivos marcados por el comité de empresa: compromiso de empleo, incremento de carga de trabajo y un plan de inversiones.

De los 15 puntos a debatir con los que se comenzó a negociar el jueves 4 de junio, tras cuatro semanas han quedado cuatro. El primero establece una reducción de jornada de 11 días al año, lo que supondrá a su vez una reducción salarial proporcional del 5% a partir del 1 de enero de 2021. El Expediente de Regulación Temporal de Empleo se aplicará para todo el periodo, hasta 2023, con un 84% del salario bruto, conservando pagas extras y vacaciones. No se aplicará la subida prevista en el convenio colectivo del 0,7%, congelándose los salarios. Y se desarrollará en un futuro un acuerdo sobre movilidad funcional. Pero tan importante como lo que se ha acordado es lo que queda fuera, la petición de la Dirección de incluir un compromiso sobre la incapacidad temporal, una línea roja que había marcado claramente la representación sindical en todas las reuniones.

En cuanto a las garantías exigidas por los sindicatos, se ha establecido el mantenimiento de una carga de trabajo equivalente al 75% de la ocupación de la planta (unas 54.000 toneladas netas) y una inversión superior a los 40 millones de euros, incluyendo una nueva línea de moldeo. Por último, otra de las garantías del acuerdo, consecuencia directa del resto de las premisas establecidas en el documento, es la de que no habrá despidos traumáticos.

«Con la consecución de este acuerdo, una vez sea ratificado, trasladamos un mensaje de compromiso de la planta y la apuesta decidida por su futuro. A través del plan de ultracompetitividad dispondremos de una oportunidad única para construir un futuro sostenible para la planta de Cantabria», dijo a primera hora de este viernes el director general de operaciones de Nissan en Los Corrales de Buelna, Eduard Reimondez. Subrayó la importancia que para la dirección tenía el que el plan fuera «asumible para la plantilla» y que contara con «el apoyo y el compromiso de todas las partes», incluido el respaldo del Gobierno de Cantabria a través de proyectos de innovación, medioambientales y de formación. Apoyo de todas las partes implicadas con el fin de presentar la hoja de ruta definitiva a la dirección global de la compañía, en Japón, y obtener su validación durante el próximo mes de julio.

En la explicación del preacuerdo, el sindicato mayoritario en Nissan Corrales, CC OO, afirmó que ese documento recogía «todos los compromisos que esta sección adquirió con los afiliados» en la asamblea celebrada el 20 de junio. Un acuerdo «dentro del contexto general en el que nos encontramos».

Todo ello en el último día que se había fijado para las negociaciones antes de mandar el documento a Japón. Con apenas tiempo los sindicatos convocaron una asamblea de trabajadores a la una del mediodía. La asistencia fue masiva. Los miembros del comité explicaron los principales acuerdos y luego abrieron el turno de preguntas, lo que se extendió durante hora y media. A continuación comenzaron las votaciones. A las 10 de la noche se cerraban las urnas ante la expectación general de un pueblo que había mantenido la respiración por la importancia de la planta para toda la comarca, una fábrica en la que trabajan más de 500 personas. Los trabajadores ratificaron el acuerdo por mayoría.

Nissan había planteado diversas propuestas para reducir los costes laborales, unas medidas rechazadas inicialmente por los sindicatos por su calado. Al parecer, el documento definitivo no es tan lesivo para los trabajadores como se planteaba en el momento inicial.

Este plan es fundamental para el futuro de la factoría de Los Corrales. Así lo ha recalcado la Dirección de Nissan España en estas últimas semanas, con el objetivo de reducir el coste por pieza un 28%. Esa meta llevaría aparejada diversas inversiones que la empresa ha definido como «muy potentes» y, en última instancia, la aspiración de captar nuevos mercados y clientes, en especial en América.

En esta negociación ha jugado un papel importante el Gobierno de Cantabria, que ha trabajado de forma coordinada con Nissan para analizar qué subvenciones podría obtener la compañía en virtud de sus necesidades.