SEG retoma la producción y Bridgestone continuará parada

El paro de los transportistas supuso la puntilla para algunas de las grandes factorías de Cantabria. En Treto, a la huelga de los camioneros, se unió la caída de los pedidos y la falta de «algún componente», según el presidente del comité de empresa, Moisés Huerta. Con esta situación, la factoría no podía seguir produciendo. Además, Volkswagen, uno de sus principales clientes, rebajó sus peticiones habituales ya que el 70% del cableado que montan sus coches procede de Ucrania.

A todo esto hay que sumar la crisis de los chips de los coches, que sigue ralentizado al sector, y que la empresa y los trabajadores celebran paros «frecuentes» desde hace alrededor de un año, después del acuerdo alcanzado para introducir jornadas de flexibilidad hasta 2025 que expira el convenio laboral.

La falta de materias primas para poder seguir trabajando -especialmente, el negro de humo- está detrás del paro de Bridgestone. La firma de neumáticos apagó las máquinas el viernes a las diez de la noche. El presidente del comité de empresa, Luis Ruiz, ha señalado que durante este lunes sólo han acudido los empleados con jornada normal, pero a partir de este martes acudirán únicamente «los imprescindibles». Según ha explicado, el convenio de los trabajadores recoge una «flexibilidad negativa» en situaciones como esta, para «poder dar una respuesta rápida».

De esta forma, prácticamente el 95% de los 460 trabajadores de la factoría se han visto afectados por la situación. La compañía había logrado mantener la actividad «gracias a la previsión y al acopio de materias primas», pero finalmente la prolongación de la huelga del transporte le ha obligado a parar. En principio, esta interrupción será «la mínima indispensable» para poder retomar la producción, aunque se desconoce cuándo volverán a encender las máquinas.

La situación no es mejor en Reinosa. La acería y la fundición de Forgings & Castings está parada desde el pasado día 8. Fernando Rey, miembro del comité de empresa, en ha explicado a Europa Press que el mayor problema es la «volatilidad» de los precios porque la empresa «no sabe qué precio dar» a los clientes, por lo que dicha actividad previsiblemente se retomará cuando pueda calcular «cuánto le cuesta producir». «Estar parando y arrancando la instalación conlleva un montón de gasto», ha apuntado. En cuanto a la huelga en el sector del transporte, ha añadido que en estos momentos «no afecta» a la fábrica, dado que tiene la instalación de cabecera parada, no tiene gasto de chatarra y, por lo tanto, no necesita hacer acopio de esta materia prima.

Forgings and Castings decidió parar una semana, del 8 al 15 de marzo, la acería y fundición por el «inasumible» coste de la energía y las materias primas, que ya venía provocando una situación «delicada» a la empresa pero que ahora se ha agravado por la «incertidumbre» generada tras el conflicto bélico en Ucrania. En una carta remitida al comité de empresa, la Dirección aseguraba que «la situación es de tal gravedad que el paro tiene que ser inminente por el deterioro que están causando los costes energéticos en las cuentas económicas de la empresa».

La planta anunció el pasado viernes que prepara un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) para toda la plantilla -520 trabajadores- hasta diciembre de 2023 por causas productivas y económicas. El comité indicó que las medidas propuestas son «muy duras». Las próximas reuniones de negociación tendrán lugar el este martes y este viernes.