Ence quiere pujar por los activos forestales de Sniace preadjudicados a IBS Capital

En un escrito fechado la semana pasada la compañía solicita personarse en el procedimiento mercantil que regula la liquidación de la organización con complejo industrial en Torrelavega. En paralelo, Ence pide vista de las actuaciones llevadas a cabo en este sentido y, más importante aún, puesta en conocimiento de las ofertas presentadas por el perímetro forestal de Sniace, que incluye, entre otros, los viveros y los diferentes consorcios con los ayuntamientos cántabros para la explotación forestal.

El Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid ya tiene por personada a la multinacional, a la par que ha dado luz verde para que se le envíe el listado de ofertas por este lote con el objetivo de que en cinco días Ence se pronuncie.

Según avanzó El Diario el pasado viernes, los concursales, José Luis Ramos Fortea y Pedro Vilella, comunicaron al tribunal su decisión de vender los activos forestales a la firma vasca IBS Capital Ambiental, con domicilio social en Vizcaya.

En su escrito, los administradores señalan que IBS Capital Ambiental, si bien es una sociedad de reciente creación, es propiedad de IBS Capital Gestión SL, que «se configura como un holding con gran experiencia en el sector forestal, de la sostenibilidad y gestión empresarial».

Asimismo, IBS Capital Gestión ha suscrito un acuerdo marco con Torraspapel, compañía del Grupo Lecta. Ramos Fortea y Vilella tenían encima de la mesa otra puja por el perímetro forestal, procedente de la cántabra Globaliste SL, por 1,32 millones.

No es la primera vez que Ence se relaciona con la andadura de Sniace. Fue en 2013, cuando tras presentar concurso de acreedores y por medio del sindicato USO, el entonces presidente cántabro, Ignacio Diego, contactó con la multinacional.

Fue en octubre de aquel año, en el décimo aniversario de la creación del Foro Ambiental para el Progreso Económico y Social (Fapes), en el que Diego estuvo invitado por las autoridades del Gobierno gallego. Entre los asistentes se encontraba la cúpula directiva de Ence, con su presidente, Juan Luis Aguirre, a la cabeza. Diego contactó con la comitiva y le expuso la oportunidad de invertir en Torrelavega. Aguirre se mostró receptivo y le propuso un encuentro de trabajo una semana más tarde. De la segunda reunión salió la voluntad de avanzar, incluso se hicieron catas sobre el terreno.

Diego telefoneó al entonces presidente de Sniace, Blas Mezquita, y le pidió colaboración para salir de la agónica situación tras declarar el concurso. Ence se quejó al Gobierno de que no estaba recibiendo información detallada de la empresa. Sniace siguió su camino con la reapertura y nuevo cierre. Hasta hoy.