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Cantabria se sube a una montaña rusa cada vez que se publican los datos del paro. En apenas unos días ha pasado de ser un modelo para todo el país a situarse en el vagón de cola. Mientras la Encuesta de Población Activa (EPA) situaba a la región como líder en descenso del paro en 2018 ... , con un 30% de bajada, hasta reducir a 25.900 el número de desempleados, ahora el Ministerio de Empleo y Seguridad Social coloca a la comunidad en el otro extremo: aquí es donde más ha crecido el paro durante el mes de enero, un 5,3% más frente al 2,6% de media nacional, hasta alcanzar las 39.556 personas sin trabajo. Es decir, entre una y otra medición hay una diferencia de 13.656 cántabros.
¿Por qué hay esa diferencia entre datos aportados por organismos oficiales? Porque miden cosas distintas y utilizando métodos diferentes. La EPA es un muestreo, una encuesta telefónica a 60.000 familias, mientras que el Ministerio de Empleo aporta los datos de todas las personas que están registradas en sus oficinas como demandantes de empleo. Desde hace siete años, los datos de la EPA reflejan un mayor número de desempleados que el paro registrado, lo que indica que en época de aumento del desempleo lo mide más eficientemente. Según todos los expertos en economía, la EPA refleja mejor el mapa del trabajo en España.
En España, el número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo Inem) subió en 83.464 desempleados en enero (+2,6%), su mayor alza en este mes desde 2014, cuando el paro se incrementó en más de 113.000 personas. Tras el repunte de enero, el volumen total de parados se sitúa en 3.285.761 desempleados.
En Cantabria, la práctica totalidad del incremento del desempleo se concentró en los servicios, con 1.859 parados más, seguido a mucha distancia de la construcción (98), la industria (80) y la agricultura (9). Así, el sector servicios sigue aglutinando a más de siete de cada diez demandantes de empleo en la región al sumar esta actividad económica 29.762 desempleados, seguido de la construcción (con 3.143 parados), la industria (3.028), el colectivo sin empleo anterior (2.953), y la agricultura (670).
Más de la mitad de las personas apuntadas al paro en Cantabria en el primer mes del año eran mujeres, 21.852, frente a 17.704 hombres, y el grueso del total tenían más de 25 años (36.632, respecto a 2.924 menores de dicha edad). Entre el primer grupo, los mayores de 25 años, eran más numerosas las mujeres (20.533 frente a 16.099 hombres), mientras que en el segundo (los menores de 25) eran mayoría los hombres (1.605 respecto a 1.319).
Del total de parados apuntados a las oficinas del antiguo Inem en enero en Cantabria 3.890 eran extranjeros, lo que supone 184 más que en diciembre, un repunte del 4,9%, el segundo más importante tras Extremadura (6,5%) y más del doble que el medio nacional (2%).
Los desempleados sin cobertura sumaron 23.206 en Cantabria en diciembre frente a los 19.347 que percibían algún tipo de prestación, según los datos publicados por el Ministerio de Empleo y Seguridad Social.
Estos datos, los últimos disponibles, indican que los parados sin cobertura superaron en la región el 60 por ciento del total de los desempleados registrados ese mes.
De los que sí percibían una prestación, 10.026 cobraban una prestación contributiva; 7.943 un subsidio; 1.370, una renta activa de inserción y 8 estaban en programas de activación de empleo.
El gasto en prestaciones fue en diciembre de 16,4 millones de euros, de los que 11,9 se destinaron al pago de prestaciones contributivas y 3,9 millones a subsidios.
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