Fedea confirma que la economía española ha aguantado la crisis «mejor de lo esperado»

«No sólo parece que hemos sorteado la recesión que muchos analistas preveían hace unos meses, sino que la crisis inflacionaria ha comenzado a remitir», destacó este lunes la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) en su último boletín sobre la situación económica y la respuesta a la crisis de Ucrania. Por ello, los economistas de este gabinete de estudios consideran que la economía española «ha aguantado mejor de lo esperado» en la primera mitad de 2023, tanto en términos de actividad como de precios.

La inflación comenzó el año bastante elevada, alrededor del 6% los dos primeros meses. Pero comenzó a descender en marzo al 3,3% -debido en parte al 'efecto escalón' al comparar con la subida de precios de un año antes, cuando estalló la guerra de Ucrania- llegando a junio con la tasa de inflación más baja de la eurozona: 1,9%.

El problema es, según Fedea, que la inflación subyacente (5,9%) y la alimentaria se mantiene hasta junio en niveles «preocupantemente elevados» y los tipos de interés continúan su escalada, avisan en el informe.

Hubiera sido preferible abordar la respuesta a la crisis desde un punto de vista más particular, dando ayudas a los hogares y sectores más afectados de forma directa, pero «evitando la subvenciones generales» a la energía y ciertos alimentos. Fedea critica así la respuesta del Gobierno ya que estas medidas tienen «un elevado coste» y recaen en buena parte sobre hogares y empresas que no lo necesitan.

Además, son conscientes de que «la cercanía de las elecciones dificulta la introducción de cualquier medida que pueda ser percibida como un recorte». Por ello, indican: «Esperemos que, una vez pasados los comicios, se apueste más decididamente por la eficiencia«.

Pese a estos datos, Fedea recuerda que España ha sido de los últimos países en recuperar el nivel de PIB prepandemia y en este momento ocupa la penúltima posición de la UE en términos del crecimiento del PIB real acumulado entre el primer trimestre de 2019 y el primero de 2023, por delante solo de Alemania que ha entrado en recesión.

En cuanto a la evolución del empleo, la Fundación considera que está siendo también mejor de lo esperado, pero advierte de que se debe hacer una lectura «cuidadosa de los indicadores disponibles y las limitaciones de los datos existentes», especialmente sobre los trabajadores con contratos fijos discontinuos. «Esto apunta a la necesidad de evitar lecturas triunfalistas del comportamiento de esta variable», destacaron en el informe.