Forjas de Cantabria traslada su lucha a Santander y pide implicación al Gobierno

Según avanzó ayer CC OO en un comunicado, los empleados de Forjas, en proceso de liquidación a causa de una deuda heredada con la Seguridad Social que data de la década de los 90, se concentrarán frente a la sede del Gobierno de Cantabria en la calle Peña Herbosa. Será a las 12.00 horas y durante la misma volverán a exigir al Ejecutivo cántabro que se implique en la búsqueda de soluciones ante el cierre de la empresa, tal y como se acordó en una reunión mantenida semanas atrás en las que los afectados se entrevistaron con el propio presidente regional, Miguel Ángel Revilla.

Desde Comisiones Obreras reiteraron que «quieren que el Ejecutivo regional cumpla con su compromiso y se busquen alternativas para que se mantengan los puestos de trabajo de las 24 personas que actualmente componen la plantilla».

No sólo eso. «Desde la Federación de Industria se ha insistido en que se trata de una empresa con muchas posibilidades de futuro, con una actividad viable y una mano de obra altamente cualificada y con muchos años de experiencia. De ahí que no hayan cejado en su empeño de buscar alternativas a un cierre que supone un mazazo para la comarca de Campoo y para sus gentes», aseguraron.

De hecho, en su elevada especialización está una de las principales fortalezas de la fábrica: apenas hay instalaciones en Europa que puedan acometer los trabajos que se llevan a cabo en Reinosa, focalizada en la fabricación de cigüeñales.

Con todo, en el Gobierno de Cantabria la sensación es más bien pesimista. Como detalló El Diario el miércoles, esa deuda con la Seguridad Social, aunque la está abonando la firma catalana Comforsa, antigua propietaria de Forjas, no sólo ha empujado a la liquidación al impedir votar un convenio con los acreedores. Además, está repeliendo a potenciales interesados en quedarse con la unidad productiva.

Tras diversos análisis jurídicos, no está del todo claro que la deuda quedara atrás con la liquidación -se asumiría a la plantilla actual- por lo que parece seguro que la Seguridad Social intentaría reclamar ese debe al nuevo propietario. Al menos en un primer momento. Luego habría que pelear en sede judicial para dirimir finalmente responsabilidades. A esa conclusión llegaron al menos dos posibles inversores, uno de ellos la propia Forgings & Castings. Ese riesgo, en cambio, ha dejado la posibilidad de adquisición en suspenso.

«Muy complicada». Así definió esta semana el consejero de Industria, Francisco Javier López Marcano, la situación de la compañía. Y es que en el seno del Gobierno ya conocen de primera mano la postura de la Seguridad Social tras una reunión directa semanas atrás: inflexibilidad al tener en la mano un convenio «muy bueno» que garantiza el cobro -Comforsa viene pagando hace años- así como una sentencia firme que le da la razón, aunque aún hay varios litigios pendientes de recurso en relación a la afección que alcanza a Forjas. Con estos mimbres, la condonación de cualquier deuda en favor de Forjas suena a utopía. El planteamiento es claro: la Seguridad Social no intervendrá mientras siga cobrando. ¿Qué pasa si Comforsa deja de pagar? Esa es la pregunta que se hace un interesado.