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Una nube de incertidumbre llevaba tiempo rodeando al grupo Teka, que ha estado los últimos años en manos de la multinacional Heritage B y cuya fábrica de Santander es la sede del grupo industrial en España. Un futuro incierto que ahora se empieza a concretar. ... Así es después de que el jueves se firmase un preacuerdo de compraventa con la multinacional Midea, gigante chino de los electrodomésticos y otro tipo de productos electrónicos y de automatización. Si todo marcha según lo establecido, la operación podría concluir «a finales de este año», según trasladan desde la fábrica de Cantabria, desde donde celebran el acuerdo porque, dicen, la fábrica pasa a manos de un grupo más potente y con ello no sólo se asegura su continuidad sino que «se protege a los trabajadores».
Ahora mismo, el acuerdo entre ambas partes está sujeto a las supervisiones requeridas por parte de los reguladores internacionales, pero se espera que el cambio de propiedad se materialice en los próximos meses. «A finales de año», calculan desde la dirección en Cantabria. Eso sí, no ha trascendido cuánto será el coste de la operación, pero todo parece indicar que no superará mucho el coste de la deuda de la fábrica cántabra, que se estima en torno a los 100 millones de euros. Con ello, eso sí, «se evitará el concurso de acreedores», traslada el consejero de Industira de Empleo, Innovación y Comercio de Cantabria, Eduardo Arasti, en base a conversaciones con los responsables de la planta de la región.
De esta forma también se logra con el contrato que está sobre la mesa «dar continuidad a la división industrial de Teka, que engloba a varias empresas en varios países a través de un socio industrial para reforzar y consolidar el grupo», dice Arasti. La marca lleva arraigada en Cantabria desde 1964, cuando se implantó aquí la sede del grupo en España y una factoría, que también tiene presencia en Zaragoza y Granada. Todas ellas instalaciones que se espera que puedan ver «mejorada y fortalecida su posición competitiva», dado que Midea es un conglomerado industrial que facturó 48.000 millones de euros en 2023 y con una producción diversificada.
El comité de empresa de la fábrica cántabra ya ha sido informado del proceso que está en marcha y, en principio, los portavoces de la plantilla consideran que están «ante una buena noticia». Los directivos les han explicado que, dado que Midea no cuenta con estructura productiva propia en España, «aquí seguirá todo igual», algo que invita a mirar con ojos de optimismo la compraventa, ya que se «supone que nos dará un impulso», señaló en una primera valoración a vuelapluma el presidente del comité de empresa de Teka en Santander, Luis Fernández (de UGT). La firma contabiliza unos 200 trabajadores en la capital de Cantabria.
Hay que tener en cuenta que la plantilla de TEKA no ha pasado por un buen momento porque a las deudas (la empresa tuvo que pedir préstamos bancarios para intentar mantener su sostenibilidad) y demás problemas derivados se unió a finales del pasado año la falta de suministros por parte del principal proveedor de acero inoxidable de la fábrica, que acarrearon consecuencias en el centro de trabajo cántabro y casi todos los departamentos tuvieron que recurrir al Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que la compañía y los sindicatos pactaron el año pasado y que se extiende hasta junio. No obstante, las últimas noticias que llegaron hasta hace escasos dos meses es que la propia Dirección de Teka instó días atrás al comité de Santander a ampliar el ERTE vigente, tanto en duración como en afectación. Todo ello con la vista puesta en poder sortear las dificultades que enfrentaban.
Teka nació como una empresa suiza, aunque su origen es alemán. Está especializada en el diseño y fabricación de electrodomésticos y fregaderos y tiene presencia en más de 120 países, un equipo de cerca de 3.000 profesionales y 10 fábricas en Europa, Asia y América, lo que la permite producir más de 3,1 millones de productos al año. Pero en los últimos años arrastraba problemas financieros y hace ya tiempo que estaba en venta: la compañía había encargado al banco HSBC y a Lincoln Capital la venta de sus divisiones de electrodomésticos de cocina y grifería para baños. Así que el grupo había llegado a este 2024, año de su centenario, en este contexto incierto sobre su futuro. Teka Group aglutina tres marcas: Teka, Küppersbusch (para electrodomésticos de alta gama) e Intra.
Por su parte, Midea es un grupo tecnológico −fundado en 1968− que cotiza en bolsa y cuenta con más de 190.000 empleados en todo el mundo. Con sede en Foshan, provincia de Guangdong (China), el gigante asiático cerró 2023 con una facturación de 48.000 millones de euros. Las actividades comerciales de Midea incluyen electrodomésticos, productos de aire acondicionado, servicios y componentes para la industria, robótica y automatización.
Al hacerse pública la operación, desde Teka se señaló que la empresa está «muy satisfecha con el acuerdo alcanzado». Tener la oportunidad de formar parte de Midea asegurará, trasladan, «un futuro prometedor para la empresa y sus marcas. Permitirá al Grupo mejorar su capacidad de innovación y fabricación, así como aprovechar sinergias geográficas para una mayor expansión internacional». Además, afirmó Mauro Correia, actual CEO del Grupo Teka, que ambos grupos «están muy alineados» en aspectos importantes como «el respeto al medioambiente».
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