El Gobierno ha pagado ya el 'cheque resistencia' a casi 4.800 beneficiarios

La orden que regula las ayudas que se tramitan a través de la empresa pública Sodercán se publicó en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) el pasado 1 de abril y articulaba una serie de transferencias esperadas como agua de mayo por parte de los afectados por la crisis coronavírica. Tal ha sido la demanda que el Ejecutivo ha recibido 9.300 peticiones para disfrutar del cheque, cuando las estimaciones efectuadas previamente por la Consejería en base a la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE) en la Comunidad arrojaban una cifra potencial de beneficiarios próxima a los 7.700.

De hecho, el Gobierno ha rechazado cerca de 1.200 expedientes por no encajar en el contenido de la Orden. Casos como notarías o panaderías que no han cerrado durante estas semanas y, por tanto, no podían optar a esta prestación específica. En multitud de tramitaciones se ha dado flexibilidad para solventar errores o deficiencias de los interesados, de modo que pudieran cobrar el dinero.

En cuanto al desglose de las subvenciones ya asignadas, la mayor parte de estos expedientes corresponde a 1.360 relacionados con los servicios de comidas y bebidas (28,5%), que han recibido 1,9 millones; seguidos de 1.020 comerciantes al por menor (21,3%) a los que se ha pagado 1,2 millones; y 873 de otros servicios personales (18,3%) a los que se han abonado 1,1 millones. Le siguen, por orden de número de expedientes, los 515 relacionados con la educación (10,7%), con 603.225 euros; los 364 de servicios de alojamiento (7,6%), con 362.325 euros; los 199 de actividades deportivas, recreativas y de entretenimiento (4,1%), con 226.800 euros; y los 81 de venta y reparación de vehículos de motor y motocicletas (1,7%), con 101.325 euros.

El resto de expedientes se refiere a diversas actividades, como las inmobiliarias; creación artística y espectáculos; agencias de viaje; operadores de turismo; construcción de edificios; alquiler; sanitarias; administrativas de oficina; servicios sociales sin alojamiento; suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado; publicidad y estudios de mercado; agricultura; fabricación de productos metálicos; recogida y tratamiento de aguas residuales; descontaminación, etc. Las ayudas tienen, a tenor de las estadísticas, un carácter transversal.

El consejero de Innovación, Industria, Transporte y Comercio, Francisco Martín, destacó ayer que la convocatoria está destinada a paliar el impacto de la crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19 sobre las microempresas y autónomos de Cantabria para que «no tengan consecuencias negativas permanentes en la actividad y el empleo».

En este sentido, el titular del departamento indicó que las ayudas son complementarias con otras actuaciones de choque del Gobierno de Cantabria y están diseñadas como compatibles con cualquier otra procedente de otras administraciones o entes, públicos o privados, regionales, nacionales, de la Unión Europea o de organismos internacionales, siempre que el importe total de las subvenciones no supere el límite de intensidad fijado en la normativa aplicable. Son ayudas, añadió Martín, que intentan compensar los gastos generales de alquiler, agua luz... que acaso no los cubrirán en su totalidad, pero que contribuirán a que las empresas mantengan su cuenta de resultados y tengan una reapertura «saludable», y así continuar su actividad en el futuro.

La cuantía de los pagos ha sido diversa y ha dependido del número de trabajadores. Así, un autónomo sin empleados o una microempresa con un único trabajador recibirá 150 euros semanales; con dos y hasta cinco trabajadores, 225 euros semanales; y un autónomo o microempresa con seis y hasta nueve personas recibirá 300 euros semanales.