Surgió con las guerras carlistas preparando hospitales de sangre y su labor alivió el sufrimiento de las víctimas de la explosión del Machichaco, de los soldados malheridos de Cuba y África, de los dos bandos de la guerra civil, de los damnificados del incendio de ... Santander, de las inundaciones del 83 y más recientemente de los efectos de la pandemia. Ha extendido sus funciones a los refugiados, al salvamento del mar, al auxilio de la carretera, a la alta montaña y al espeleo-socorro. La Cruz Roja ha acompañado a los cántabros con su altruismo incomparable durante 150 años, y que sean muchos más.
Fue el hombre de negocios suizo, Henry Dunant, el impulsor de la Cruz Roja. Quedó impresionado cuando en 1859 observó el desastre de la batalla de Solferino (Italia), donde el ejército de Napoleón III derrotó al austriaco dejando un rastro de miles de muertos y heridos que quedaban desatendidos. Así que, en 1863, Dunant, con ayuda de varios de sus compatriotas, fundó el Comité Internacional de la Cruz Roja con el objetivo de cuidar de los heridos por medio de voluntarios. Al año siguiente se celebró en Ginebra una conferencia en la que participaron 15 países, entre ellos España.
La Cruz Roja llegó a Cantabria en 1873, en torno a las guerras carlistas. Su primera y más importante labor fue la de preparar a los hospitales de sangre que enseguida se trasladaron al Asilo San José. Diez años después colaboró con voluntarios y material de las delegaciones de varias provincias españolas para paliar el desastre del 'Cabo Machichaco' y su explosión de dinamita que asoló Santander.
La guerra de Cuba inspiraría la creación de un sanatorio militar que se sufragó con donativos, entre ellos el de la reina regente, María Cristina. Se instaló en las Calzadas Altas y estaba atendido con la colaboración de las señoras de la sociedad 'Amigos de los Pobres'. Fue el primero de la Cruz Roja en España. Se estrenó en 1896 con los soldados heridos que llegaron a Santander a bordo del 'Alfonso XII'. Ya se habían creado las primeras tropas de socorro con dotación de médicos, enfermeros y sacerdotes y como consecuencia de éstas y otras actuaciones la reina concedió al escudo de Santander el título de «siempre benéfica» que se incorporó a partir de 1900.
La guerra de África también puso a prueba la solidaridad de la sociedad montañesa, y en 1921 la Cruz Roja «de señoras» compró un pequeño hospital en Adarzo, en las afueras de Santander, para la hospitalización de los soldados.
Durante la guerra civil la Cruz Roja estableció en Cantabria varios hospitales de sangre por diferentes puntos de la región y convirtió el Hotel Balneario de la Hermida y el convento de la Bien Aparecida de Ampuero en hospitales temporales. En este tiempo también se vio la necesidad de crear una red de comunicaciones para los heridos y sus familiares. También se encargaría de transportar a los heridos a los diferentes hospitales de Santander.
Tras la guerra del 36, fue el gran incendio de 1941 el percance que reunió efectivos llenos de entusiasmo para ayudar a los damnificados. Se hicieron famosas las banderas extendidas por las tropas sanitarias de Cruz Roja para recoger aportaciones.
Formación y funciones
Instalada en la calle Juan de la Cosa, a partir de 1950 se comienzan a organizar cursos para las damas auxiliares voluntarias y en la década de los setenta se crean las primeras actividades formativas en materia de socorrismo acuático. También entran en funcionamiento la Unidad Alpina de Rescate en Reinosa y el servicio de la Cruz Roja del Mar en Santander, Laredo, Santoña, Suances y Castro Urdiales, todas ellas con base de salvamento que actualmente se mantienen en Suances, Laredo y Santander para cubrir el litoral cántabro.
Otro acontecimiento importante, además de las diversas subcomisiones creadas en la provincia, fue la apertura del hospital de Cruz Roja en Torrelavega (1974) que en los años noventa se convirtió en Centro de Acogida de refugiados y solicitantes de asilo.
En 1983 intervino en las inundaciones de Renedo y localidades bañadas por el Pas, evacuando a 361 personas en riesgo de ser arrastradas por las corrientes. En 1985 se constituyeron los puestos de primeros auxilios de carretera en Gama, Saltacaballo y Puente Viesgo y al año siguiente se puso en marcha la Unidad de Voluntarios de Montaña de Liébana-Peñarrubia con la colaboración de las localidades de las zonas montañosas, como Potes, Camaleño, Cillorigo y Pesaguero. También destaca la creación del servicio de teleasistencia para personas dependientes a partir de 1992.
La creación de uno de los primeros equipos de búsqueda y salvamento acuático a nivel estatal (2002) y el primer equipo de respuesta inmediata ante emergencias (ERIE) especializado en espeleo-socorro (2019), fueron las novedades más importantes de los últimos años, junto a la intervención en 2020 en el Plan Responde que Cruz Roja Española activó frente a la pandemia del covid-19.
En la actualidad la Cruz Roja en Cantabria cuenta con más de 17.500 socios, cerca de 3.000 voluntarios y más de 300 trabajadores.
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