El Grupo Fuertes, dueño de El Pozo, cierra un preacuerdo para comprar Agua de Solares

La operación de compraventa fue comunicada el martes por la tarde a la plantilla en una reunión en la que se garantizó que los nuevos propietarios mantendrán los puestos de trabajo actuales, que fuentes sindicales sitúan en 66, 34 de ellos en la planta y el resto en el área de oficinas y comercial.

Según las mismas fuentes, los nuevos propietarios vienen con la intención de invertir en Agua de Solares. No en vano, el Grupo Fuertes es uno de los más sólidos de España en el ámbito agroalimentario.

De hecho, se prevé que los nuevos gestores asumirán oficialmente las riendas en octubre, aunque ya hay directivos de Fuertes en Solares. El cierre de la operación no es sino el último capítulo de un proceso que, al menos para el comité de empresa, se veía venir. Como ejemplo, durante los últimos meses el futuro propietario, a través de su filial Aquadeus, ha venido realizando una auditoría para corroborar que las cuentas arrojaban un estado fiel de la salud financiera de Agua de Solares.

De hecho, contactada por El Diario, Aquadeus trasladó que «ha alcanzado un principio de acuerdo con Manantial de Fuencaliente para adquirir la planta embotelladora, acuerdo que está pendiente de una serie de condicionantes que tienen que darse en los próximos meses para que se materialice la operación».

Como activo estratégico para la transacción, el manantial, base sobre la que se cimentó el centenario negocio y que ha sido visitado en diversas ocasiones por personal del grupo murciano. Dicho activo, así como la embotelladora, estaba participado en cerca del 53% por la familia Añíbarro. Fuertes, una vez en posesión del resto del capital, ha cerrado el acuerdo con el accionista mayoritario, trasladan desde el comité.

Más aún, los trabajadores admiten que en los últimos años han tenido dificultades para cobrar y que en muchos momentos los ingresos han sido fraccionados. En el fondo, trasladan, la deuda que arrastraba la sociedad ha penalizado la actividad. Dicho pasivo igualmente entronca con el traspaso de la mayoría accionarial del hotel balneario a Castilla Termal, una instalación cuya ambición en su momento se vio trastocada por la crisis de 2008 y las problemáticas posteriores como la pandemia. La embotelladora tiene un acuerdo de suministro de agua para el hotel. Desde el grupo hotelero confirman a este periódico que la operación entre Fuertes y Añíbarro en nada afecta a su sociedad ni a su actividad.

La noticia ha dejado relativamente tranquila a la plantilla, no sólo por la fortaleza de los nuevos dueños, sino por ese anuncio de voluntad inversora. Las negociaciones, según fuentes sindicales, se han prolongado durante cerca de un año. Incluso previamente hubo conversaciones con otros grupos, que no llegaron a buen puerto.

La calidad del manantial ha llevado a Agua de Solares a un negocio global, donde además de España sus principales mercados pasan por China, Estados Unidos y México. No obstante, igualmente tiene cuota en países como Chile o Australia. En paralelo, ha explorado otros negocios vinculados al ámbito de la distribución.

Por el otro lado, el Grupo Fuertes es todo un gigante empresarial nacional. Está compuesto por más de 6.500 trabajadores repartidos en una veintena de empresas, entre las que destacan las agroalimentarias como El Pozo Alimentación o, también, Aquadeus, integrada además en el grupo Alma y que cuenta con dos manantiales, uno en Albacete y otro en Sierra Nevada (Granada).

Los inicios de la fama de las aguas minerales de la localidad de Solares se remontan al siglo XVIII, con una mención escrita en el Catastro de Ensenada. La casa primitiva de baños, sobre el manantial de Fuencaliente propiedad de José Ramón de los Cuetos, se levantó en 1827.

Fue en 1828 cuando aquellas aguas obtuvieron la declaración de utilidad pública, título que demostraba una voluntad de control sanitario por parte de las autoridades. La antigua casa de baños se reutilizaría como planta embotelladora de 'Agua de Solares'. A principios del siglo XX se construyeron el Gran Hotel, de estilo modernista, con una superficie de 600 m2 y cuatro plantas; y el Hotel del Balneario, ambos comunicados por una galería. A este completo servicio residencial cabe añadir el Hotel Villa Engracia.

En los años setenta, tras décadas de liderazgo en el mercado de aguas español y una importante irrupción en mercados internacionales, la empresa Aguas de Solares sufrió una importante crisis que acabó con el cierre del balneario y una costosa reforma del mismo.

En 2006 reabrió el establecimiento, que cuenta con una piscina termal interior de 850.000 litros de agua mineromedicinal y un circuito de contrastes. Las 113 habitaciones de este histórico balneario, amplias y luminosas, recrean la decoración característica del siglo en que se fundó. El hotel balneario es gestionado en la actualidad bajo la marca de Castilla Termal Solares, que se hizo cargo del establecimiento en 2012.

En cuanto al manantial y la planta embotelladora, según las últimas cuentas alcanzó una facturación en 2022 cercana a los diez millones de euros. Ahora los trabajadores confían en que los nuevos propietarios, de concretarse esa vocación inversora, puedan emplear toda su infraestructura para hacer crecer la actividad de todo un referente empresarial de Cantabria.

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