Javier López: «No podemos pensar que el mundo de la España vaciada va a ser viable solo con el teletrabajo y el turismo rural»

Formado en TVE donde fue presentador de informativos durante siete años, Javier López ha conducido también programas de carácter informativo en grupo Vocento, entre otros medios. Es autor del ensayo Más Allá de Podemos, y actualmente, además de dirigir el espacio Llena De Vida: La España Vaciada en la plataforma multicanal ClickRadioTv, trabaja como columnista para el grupo Promecal y forma parte del equipo de colaboradores de CMMedia.

–¿Qué elementos cree que debe tener un territorio rural inteligente?

–Pienso que a día de hoy lo fundamental es la integración de lo rural en el mundo nuevo de lo digital, la conectividad, la cercanía y la eficacia de los servicios básicos, educativos, sanitarios o bancarios. También hace falta una visión realista de los ecosistemas rurales, un poco de antirromanticismo. Eso, junto a la reivindicación del papel fundamental de la mujer rural, sería un enmarcado perfecto. Sin embargo, falta lo fundamental, que a veces parece que lo dejamos en el cajón, el nervio y al alma de lo rural es la agricultura y la ganadería.

–¿Cuáles considera que son las principales oportunidades y retos que tienen ante sí los pueblos?

–Tenemos una oportunidad fundamental, los fondos europeos, y un reto, aprovecharlos bien. Si a la vuelta de cinco o diez años el mundo rural se ha revitalizado a simple vista gracias a ellos, habremos ganado la partida. Pero tiene que ser algo que salte a la vista, como saltó a la vista, por ejemplo, la mejora de nuestras comunicaciones por carretera tras ingresar en la UE en 1986, algo contante y sonante, visible, evidente, que marque un antes y un después en la vida de nuestros pueblos.

–¿Cree que la crisis sanitaria ha supuesto un revulsivo para los entornos rurales?

–Evidentemente sí, pero no ha sido lo único. Muy importante en este sentido ha sido la movilización popular conocida ya como revuelta de la España Vaciada que se estrenó un año antes de la pandemia. Pero es cierto que el covid ha actuado como un canalizador de la repoblación, veremos si temporal, sobre todo sostenida por el teletrabajo. Ahora estamos aún en esa onda expansiva que es una moda por la vida sana, los pueblos, lo rural. Algo quedará.

–El acceso a los servicios básicos está en el centro de las necesidades a cubrir, ¿considera que es la clave para solucionar los problemas de población?

–Lo más primario es siempre lo más importante. En este caso, que una persona o una familia que decida instalarse en un pueblo tenga acceso fácil a un consultorio médico, un banco, y, por supuesto, un colegio para los hijos. ¿Cómo conseguirlo?. Con una garantía legal que así lo establezca y con inversión pública adicional o reorientada a ese objetivo. A partir de ahí, puede crecer alguna plata y ya podríamos hablar de la conectividad, del ocio o la alimentación cercanas al lugar de residencia. Pero insisto, me resulta complicado hablar de vida en los pueblos sin ver la forma de revalorizar los sectores agrarios y ganaderos, poniendo en valor el inmenso trabajo de los emprendedores rurales del primario por la actualización y el valor añadido de sus productos. Tenemos una industria agroalimentaria de primer orden que nace, claro está, de los entornos rurales. No podemos pensar que el mundo de la España Vaciada va a ser viable solamente con teletrabajadores bien conectados o magníficos hospedajes para el turismo rural.

–Revertir la despoblación rural e impulsar la natalidad son dos retos nacionales de primer orden, ¿ve en los TRI modelos que puedan crear oportunidades de conciliación o formas de vida más sostenibles que contribuyan a resolver estas cuestiones?

–Si no nacen personas no hay repoblación. Por eso la importancia de la mujer rural, ella es la que fija población en primer término. Afortunadamente el rol de la mujer está cambiando a pasos agigantados en los últimos años, y son miles las emprendedoras rurales, empoderadas, conscientes de su papel, que están tirando del carro de la repoblación. Lo rural junto con lo femenino, unido a la digitalización, son los vértices de la revolución de los próximos años.

Muy importante también en este sentido el papel repoblador de familias de otros países que aterrizan en alguna de nuestras grandes ciudades pero acaban estableciéndose en algún pequeño pueblo para trabajarse un futuro distinto. Las políticas de conciliación, claro, deben ser un soporte de los territorios rurales inteligentes.

–Digitalización, conectividad e innovación son tres de los pilares sobre los que se asienta el nuevo paradigma de desarrollo de los entornos rurales, ¿considera que estos procesos son distintos en el entorno urbano y el rural o incluso entre las propias zonas rurales?

–Cada vez cuesta más visibilizar un muro de separación infranqueable entre lo urbano y lo rural. El paleto está pasando a la historia. Lo urbano está presente en el mundo rural, y lo rural es un polo de atracción y negocio en los entornos urbanos. Muchas personas se ganan o nos ganamos la vida transitando entre los dos mundos y esa mezcla de todo es una de las claves de nuestro momento. Dicho esto, me parece que el reto es apostar por la identidad de cada entorno, de cada comarca, y buscar la revitalización desde ella. Eso puede llegar a ser lo más complicado, pero también lo más inteligente.

–¿Qué lugar ocupan o cree que deberían ocupar los medios de comunicación en esta evolución del medio rural?

–El papel de los medios es creciente y positivo. Aquí no estamos fallando. Importante que personas por todos conocidas como Manuel Campo Vidal se hayan convertido en portavoces del problema de la despoblación, o que periodistas tan competentes como Chema López Juderías calibren el asunto desde Teruel, la zona cero mediática de la España Vaciada. Incluso se han llegado a hacer telediarios de máxima audiencia desde pueblos despoblados. Impensable hace muy poco tiempo.

–En este contexto, ¿qué objetivos trata de alcanzar el programa de radio Llena de vida: la España vaciada que usted conduce?

–El programa Llena De Vida: La España Vaciada es el primero que existe en un medio de comunicación dedicado exclusivamente a la despoblación, es un programa pionero. Se trata de darle un enfoque positivo, optimista, juvenil, a la España Vaciada, que al final es un entorno lleno de iniciativas, con una juventud pujante y voluntariosa que pretende abrirse paso sin renunciar a sus raíces, con autenticidad. La idea se me ocurrió caminando entre Burgos y Palencia, Camino de Santiago, esos pueblos de la Castilla profunda. ¿Por qué no un programa de radio que sea una antena para los que se empeñan en llenar de vida estos entornos? Así surgió. Buscamos analistas, emprendedores, famosos que nos cuenten su experiencia rural, enmarcados en sintonías de jazz y blues, que también tiene su importancia.

–¿Qué balance hace hasta ahora del programa?

–El Llena De Vida se emite ahora en la plataforma multicanal ClickRadioTv, decimos muy gráficamente que es una 'radio que se ve'. Al frente del gran invento, Juan Ignacio Ocaña, y 'los javieres', Lillo y Sandoval. No llevo mucho dirigiendo mi programa allí, pero sigue las líneas básicas que cuando se emitía en la radio de Castilla-La Mancha en el formato 'Castilla-La Mancha Llena de Vida'. Hay una parte central de análisis, lo que llamo el Sanedrín de la España Llena, en principio con Raúl Santos, Marta Corella y Jesús Patiño, que hacen un equipo estupendo. Y voz sin límite para emprendedores, analistas o cualquier persona con inquietud repobladora. Solemos terminar con una sección que llamo 'ruraleando' en la que busco el lado rural de nuestros famosos, del mundo de la comunicación, la cultura o la política. A veces viajamos a pueblos y hacemos el programa sobre el terreno. Todo, ya digo, con un aire juvenil, sin detenerme en las estampas en sepia o costumbristas. Si acaso un poco vintage, desde una visión de conjunto de nuestra España Vaciada, discutiendo todo, hasta si es mejor decir vacía o vaciada. No es un programa para hablar de tradiciones sino de futuro.

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