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Después de una jornada del lunes con informaciones contradictorias sobre las gestiones en torno al futuro de Sniace, ayer por la tarde llegó la confirmación de que el juez había autorizado el inicio de las consultas del ERE que se ha presentado y que supone el despido de los aproximadamente 436 trabajadores de la compañía. Por la mañana, el comité había mantenido una reunión con los administradores concursales en la que éstos informaron que se va a poder hacer frente al pago de las indemnizaciones por despido.
El presidente del comité de empresa, Francisco Plaza, explicó a este periódico que en la reunión con los administradores concursales se había indicado que estaban a la espera del auto del juez, que se conoció por la tarde, y que estaban cerrando las cuentas para seguir con el proceso de liquidación. También confirmaron que hay dinero para hacer frente a las indemnizaciones para los despidos aunque teniendo como referencia la fecha de mediados de mayo.
Hay que tener en cuenta que el ERE tiene que contemplar que los despidos de produzcan de forma escalonada para garantizar el mantenimiento de las instalaciones fabriles.
En cuanto a la posible venta de la unidad productiva, los concursales señalaron que han mantenido una conversación con el consejero de Industria, Francisco Martín, y que han quedado en enviar los datos necesarios para que se pueda hacer un estudio de la situación actual de Sniace, que es a lo que se ha comprometido el Gobierno de Cantabria con el Ministerio de Industria, al que se ha pedido apoyo para una posible reapertura de la factoría.
De otro lado, se está a la espera de que alguno de los aproximadamente 70 inversores a los que se ha mandado el cuaderno de ventas puedan mostrar su interés por adquirir la unidad productiva.
El pasado domingo, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, pidió al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, apoyo para una posible reapertura de Sniace con el fin de fabricar celulosa para realizar mascarillas. El mismo lunes, el consejero de Industria mantuvo una conversación con el secretario general de Industria, Raúl Blanco, en la que Martín se comprometió a facilitar los datos sobre la situación real de la empresa. Desde el Ministerio trasladaron la imposibilidad de implicarse de forma directa en el proyecto, entre otras cosas por falta de información, aunque no descartaron apoyo en base a un plan de viabilidad..
El comité, por su parte, también quiere que exista un estudio para conocer la realidad de la empresa y las posibilidades reales de una reapertura que ven complicada si no hay un inversor dispuesto a poner una cantidad importante (se barajan unos 200 millones de euros) que haga posible una actividad productiva. De momento, están a la espera de la primera reunión para empezar a negociar el ERE.
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