Norcantabric prevé comercializar salmones de la futura planta de Ramales a finales de 2022

El encuentro, en el que participaron igualmente los consejeros de Industria y Medio Ambiente, Francisco Martín y Guillermo Blanco, así como varios inversores aztecas, concretó el traspaso de la finca donde se levantará la 'granja', una extensión de 25.000 m2 por 1,2 millones.

Con todos los permisos ya bajo el brazo, y la financiación suficiente para abordar un proyecto que asciende por el momento a 31,4 millones, Norcantabric confía en empezar las obras de la instalación en el primer triemestre de 2020. Antes, en apenas semanas, se realizarán de nuevo sondeos sobre el terreno para comprobar que todos los condicionantes naturales y ambientales permanecen tal y como se recogían en los estudios que avalaban la técnica de cultivo de 'salmo salar' en la zona oriental de Cantabria.

La propuesta supondrá la creación de 50 empleos directos y 70 indirectos, con la finalidad de producir 3.000 toneladas por ejercicio, un género que «ya está vendido», según dijo Cano, toda vez que el propio consumo en España se acerca a las 70.000 toneladas.

La propuesta de Norcantabric gira en torno a desarrollar una instalación Recirculation Aquaculture System (RAS), una granja piscícola moderna e industrializada sostenible de recirculación de agua para criar salmones atlánticos junto al río Asón. El proyecto contempla producir ejemplares de una muy alta calidad con la tecnología desarrollada por la empresa israelí AquaMaof.

«Esta es una zona muy propicia para un salmón de extraordinaria calidad utilizando el agua del Asón. Todo hace indicar que va a ser un éxito, pues los estudios previos que han venido efectuando han sido muy rigurosos. Entendemos que es una gran oportunidad para Cantabria, por lo que desde que tuvimos noticia del proyecto recibimos a sus promotores con los brazos abiertos», arrancó Revilla.

El presidente fue más allá y confió en que la iniciativa pueda poner a la región «en el mapa al ser el único lugar en el que se produce salmón, un pescado que cada día se consume más y tendrá unas peculiaridades positivas respecto al noruego o chileno», agregó.

Por su parte, Cano, como CEO de Norcantabric, habló de que «nos trae aquí una especie milenaria y endémica de Cantabria. El salmón no ha sido explotado y puede convertirse en la nueva anchoa, sobre todo con la técnica que tenemos previsto implementar. Tenemos la manera más moderna de producir ejemplares en cautividad, sin dañar el medio ambiente y con una huella ecológica muy baja», empezó su discurso el empresario.

Tras esta introducción, Cano entró en detalle. «Invertimos en Cantabria por muchas razones. Las condiciones son favorables para producir aquí. Queremos además alinearnos con las políticas europeas de repoblación. Esto lo consigue este proyecto. Es una propuesta que crea empleo y con la que además tenemos vendida la producción con empresas de la zona», anotó. En principio se pensó en exportar el género, aunque finalmente se dedicará al consumo del mercado interior.

El CEO de Norcantabric amplió que «en esta iniciativa no hay sólo gente involucrada de origen mexicano. Hay gente de Alemania, Estados Unidos, Israel, familiares y amigos... Creemos en el proyecto y confiamos en que sea el primero de muchos».

Pedro Arias, presidente del consejo de inversores, subrayó que «estamos muy agradecidos por el apoyo del Gobierno regional, que nos ha respaldado para acometer esta importante inversión. Hay muchos vínculos entre Cantabria y México. Familiares, abuelos oriundos de muchos de los inversores. Estamos muy contentos de estar por aquí», manifestó. Además, recalcó que este tipo de peces no tendrán el mercurio que ha despertado ciertas alarmas entre las asociaciones de consumidores por el porcentaje que sí aparece en ejemplares salvajes.

Junto a Cano y Arias participaron en la reunión Amelia Arias y Susan Knobloch, inversoras igualmente de la piscifactoría.