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T. Nieva
Martes, 20 de junio 2023, 11:01
Inmaculada, Inma para sus compañeras, falleció el pasado martes en su trabajo. Era teleoperadora en Konecta, la mayor empresa de contact center en España, que cuenta con oficinas en Camargo (Digitex, inmersa en un conflicto por la intención de la empresa de trasladar a ... toda la plantilla a otros centros de trabajo), y murió durante su jornada en unas oficinas de la multinacional en Madrid. Según relatan los sindicatos, la multinacional carece de un protocolo para esta situación y la reacción inmediata no fue parar la actividad. Durante un rato, «se siguió trabajando, el servicio siguió funcionando en presencia del cuerpo de la compañera», denuncian los representantes sindicales de la compañía, que llaman la atención sobre las lógicas de «deshumanización» en el sector. Fuentes de Konecta dicen que «se despejó rápidamente la zona más próxima» a la fallecida.
Los sindicatos CGT, UGT y USO han denunciado en un comunicado su indignación ante la decisión de la empresa. La fallecida, de 60 años, que trabajaba en la campaña que presta servicios a Iberdrola, permaneció en las instalaciones de la compañía hasta que se pudo tramitar el parte de defunción. «Era una persona muy querida», señalan sus compañeros.
Los sindicatos lamentaron la «falta de humanidad y empatía» de la decisión adoptada ante la falta de un protocolo para esa situación, y reclamaron que se trata de un hecho que «no puede volver a ocurrir». También demandaron una reunión con el comité de seguridad y salud en la empresa para poder «dirimir responsabilidades e investigar lo sucedido».
Se llamaba Inma. Falleció en su puesto de trabajo, y la empresa Konecta obligó a sus compañer@s a seguir trabajando junto al cuerpo durante dos horas. Vivimos en un sistema CRIMINAL. pic.twitter.com/kVbwAUlCEt
— PCE Villa de Vallekas (@pcevvk) June 19, 2023
Tras el fallecimiento, dos personas trataron de reanimar a la mujer con técnicas de primeros auxilios. Posteriormente llegaron los servicios de emergencias, que continuaron con las labores de reanimación pero tampoco lograron hacer nada para salvar su vida. En la empresa se tomó la decisión de despejar la zona más próxima a la fallecida, aunque los compañeros tuvieron que seguir atendiendo las llamadas.
La fallecida trabajaba en la empresa desde 2008, y según manifestaron los sindicatos permaneció cerca de 40 minutos 'de cuerpo presente' mientras el resto de los empleados seguía con sus obligaciones. El episodio finalizó cuando llegó a las instalaciones el responsable de prevención de riesgos, que tomó la decisión de enviarles a teletrabajar.
Fuentes de Konecta aseguran que «se habilitó inmediatamente la posibilidad de trabajar en remoto», y aseguran que «se despejó rápidamente la zona más próxima» a la fallecida. «Es una situación complicada, pedimos respeto a la familia», añaden en la multinacional.
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