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Industria presentó en septiembre el tercer y definitivo proyecto del centro logístico, que opta a fondos de la UE y debe iniciarse a final de añoMuchas de las empresas que en los últimos tiempos han elegido el Puerto de Santander como referencia para sus operaciones comerciales lo han hecho, además de por la oferta actual de las instalaciones portuarias, por la promesa del nuevo centro logístico que el Gobierno de Cantabria tiene previsto construir en el llano de La Pasiega, que está llamado a convertirse en una apuesta «trascendental» para el desarrollo industrial de la comunidad autónoma en las próximas décadas. Después de constatar que en los actuales terrenos de la Autoridad Portuaria no hay más espacio para seguir creciendo y que todas las Administraciones implicadas hayan acordado que no es posible –ambiental y económicamente– seguir robando espacio a la bahía, la solución pasa por esta nueva infraestructura, una especie de puerto seco que además introducirá una de las principales exigencias de las empresas que producen o distribuyen desde aquí a todo el mundo: una conexión ferroviaria.
La eterna promesa de La Pasiega, algo más que ese gran polígono industrial del que comenzó a hablarse en el año 2005 y que desde entonces ha experimentado leves avances siempre en los despachos, dio un paso definitivo en septiembre del año pasado con la aprobación del proyecto definitivo. Tras introducir varios modificados, se trata del tercero de los borradores, el que ha sido enviado a Madrid para que el Ministerio de Transportes informe sobre la creación de una estación ferroviaria intermodal que será «clave en el éxito de este gran centro con vocación de referente logístico del norte del país». Paralelamente, continúa en Cantabria la tramitación urbanística y ambiental, porque la intención de la Consejería de Industria, Turismo, Innovación, Transporte y Comercio es que las máquinas puedan empezar a mover tierra a finales de 2021. A partir de ese momento, la llegada de empresas será gradual, y también la construcción de nuevos espacios a medida que aumente la demanda.
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Daniel Martínez
El plan contempla la ocupación de 2 millones de metros cuadrados de este entorno del municipio de Piélagos, 882.000 metros cuadrados destinados a espacios productivos, a los que hay que añadir los que se destinarán a la nueva Ciudad del Transportista (Citrasa), que se trasladará desde Raos. El Gobierno viene insistiendo en que este no es un proyecto del bipartito, sino de Cantabria, ya que cuenta con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, la Universidad, sindicatos y el sector industrial. Además, junto con otras acciones que están previstas, el Ejecutivo piensa que será un revulsivo para relanzar una comarca en caída como la del Besaya, donde, a la espera de nuevas promociones, cada vez hay menos suelo disponible para la instalación de empresas.
El proyecto requerirá de una inversión de 125 millones de euros que Cantabria espera que sean sufragados con cargo a los fondos europeos para la reconstrucción tras el covid-19. Esa es la propuesta del Ejecutivo regional, que considera que La Pasiega «encaja en los postulados que demanda Bruselas: proyectos que generen empleo y productividad». Aunque no pronunció un 'sí' rotundo, el presidente Pedro Sánchez recogió el guante en la visita que realizó a Comillas dentro de la gira por España para explicar los criterios de reparto del dinero. Según el líder socialista, además de La Pasiega, Madrid ve con buenos ojos otras propuestas como la creación de un polígono industrial alrededor de Valdecilla, la terapia de protones contra el cáncer y la nueva sede del Museo de Prehistoria y Arqueología (Mupac).
Para que lleguen esas partidas es necesario que La Pasiega sea una realidad en 2023, ya que Europa sólo sufragará, en principio, aquellos proyectos que estén funcionando antes de esa fecha. La oposición mostró en repetidas ocasiones sus dudas, ya que considera que el lento ritmo en la tramitación puede echar por tierra su inclusión dentro de los proyectos susceptibles de recibir apoyo comunitario.
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De cualquier manera, el Gobierno cántabro acometerá las obras en todos los casos. Con o sin ayuda económica exterior. El complejo industrial es incuestionable. Según Francisco Martín, consejero saliente y nuevo responsable de la Autoridad Portuaria –de hecho, Revilla le ha elegido por su conocimiento sobre el proyecto con la idea de que pueda dar el impulso definitivo–, ya hay una veintena de empresas interesadas.
«Es difícil encontrar en España un lugar mejor ubicado. Está a nueve kilómetros de un aeropuerto, a ocho de un puerto y con conexiones a la autovía», defiende Revilla, que apunta que compañías internacionales de primer nivel se han interesado por adquirir una parcela. «No digo que todas las que preguntan vayan a venir, pero espero que sí muchas», en referencia a Amazon o Nissan. Este 2021, ya la francesa IDEC ha visitado Cantabria por su interés en instalar una fábrica de baterías.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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