Ahora son hortalizas, legumbres y frutas las que estrangulan la cesta de la compra

Así se desprende de los últimos datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que recoge que, en términos interanuales, el principal incremento de precios en Cantabria se registró en los alimentos y bebidas no alcohólicas. Este capítulo se dispara por el aumento que han experimentado legumbres y hortalizas (que suben más de lo que lo hicieron el año pasado). También la carne se encarece (en 2022 había bajado) mientras que pescados y mariscos van a la baja, pero menos que en el ejercicio anterior. La curva de leche, queso y huevos también ha ido para arriba, aunque menos que en 2022.

En detalle, los productos que más subieron en febrero respecto al mes de enero en Cantabria fueron las legumbres y hortalizas frescas (y también los preparados), el agua, los refrescos y los zumos, las frutas frescas y los cereales y sus derivados. En tasa interanual, en esta Comunidad se han encarecido, por encima de todo lo demás, el azúcar (72%), la leche (un 36%), los aceites, las grasas y los huevos (un 30% las tres cosas) y las patatas (casi un 27%).

El INE señala que, en comparación con febrero del año pasado, en Cantabria se deja sentir la inflación en todos los sectores salvo en la vivienda, que habría retrocedido un 5,5%. Dejando de lado la cesta de la compra, también son reseñables las subidas de lo que se paga por el ocio y la cultura (3,3%), las comunicaciones (2,8%), la enseñanza (2,6%) y el transporte (1,3%). Hoteles, cafés y restaurantes (y el menaje) han registrado un avance del 7,6%. Pero las bebidas alcohólicas y el tabaco se llevan la palma: fueron un 9,7% más caros.

La subida del 1,8% en febrero del precio de los alimentos hace que este capítulo llegue al 16,4% (dos décimas por debajo de lo que ha subido en el conjunto del país). La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha señalado que esto es «un duro golpe para la economía doméstica de muchas familias, ya lastrada por el alto precio de la energía (la electricidad subió también un 12,6% en febrero), ya que cuando la organización lo cuantifica estima que sobrecoste es de 924 euros al año en la cesta de la compra (la referencia es nacional).

La subida interanual se siente sobre todo en el azúcar (52,1%), la mantequilla (39,1%), la leche (33,2%), el aceite de oliva (33,1%) o de girasol (27,3%), los huevos (28%), las legumbres y hortalizas frescas (23,6%), las harinas y otros cereales (26,2%), el arroz (21,2%) y las patatas (21%). Pero también en el queso (19,8%), la carne de ave, de cerdo y de vacuno (alrededor del 14%) y el pan (13,2%), «aumentos que colocan a un amplio número de productos básicos en precios difícilmente asumibles por muchos hogares», señala la OCU.

En España, el IPC subió un 0,9% en febrero en relación al mes anterior y elevó una décima su tasa interanual, hasta el 6%, por el encarecimiento de la electricidad, de los paquetes turísticos y de los alimentos, que dispararon sus precios un 16,6% respecto a febrero de 2022.

El Ministerio de Asuntos Económicos ha explicado que en febrero se encarecieron sobre todo los alimentos frescos, como tendencia general. «Legumbres y hortalizas, y también frutas frescas, han experimentado una reducción puntual de la oferta como consecuencia de unas condiciones climáticas desfavorables, en España y en otros países comunitarios, que ha provocado un incremento de precios por el aumento de la demanda internacional».