Dirección y comité de Forgings & Castings atan un principio de acuerdo por el ERTE

Los términos del pacto serán explicados mañana miércoles a la plantilla en una asamblea informativa fijada para las 14.00 horas. Lo que sí parece claro es que los sindicatos han logrado mejorar el planteamiento inicial de la empresa que, aunque en una negociación siempre se parte de posturas extremas, propuso incluso no complementar nada la prestación por desempleo del personal que en cada momento se viera afectado por la regulación. Sin embargo, en reuniones previas ya se trasladó a los trabajadores que se habían acercado posturas en este punto.

Forgings & Castings dibujó un horizonte con un ERTE en vigor hasta diciembre de 2023, con un máximo del 60% de la jornada anual para los 528 trabajadores que componen en la actualidad la plantilla de la fábrica. Ambas partes han estado trabajando en los últimos días en los pormenores del documento, con el objetivo de mitigar el impacto sobre los empleados.

Como referencia, la jornada del lunes, con conversaciones por la mañana y en horario vespertino que acabaron de noche. Hoy se pudo concretar un principio de acuerdo que será presentado hoy a los trabajadores y dotará de flexibilidad a la compañía ante una coyuntura convulsa e incierta que llena de interrogantes la actividad de la planta.

Respecto al principio de acuerdo, tanto el comité –conformado por CC OO, UGT, USO y CSIF– como la propia empresa dejaron las valoraciones para después de desgranar el contenido a los interesados.

En todo caso, este consenso permitirá a la factoría centrarse en el futuro más inmediato, que vendrá previsiblemente acompañado de un descenso en el precio de la electricidad en las próximas semanas una vez la Unión Europea acepte algunos de los planteamientos trasladados por España y Portugal para intervenir en el precio de la luz, en especial con la pretensión de topar el gas para limitar su impacto en la formación de precios con el modelo marginalista actual.

Porque los costes energéticos son uno de los principales problemas de la factoría. Como referencia, la factura energética de la empresa se ha multiplicado por tres desde hace poco más de un año, a pesar de las actuaciones implementadas para compensar el incremento y adaptarse a las fluctuaciones del mercado.

Las dudas igualmente se centran en cómo acabará el rescate de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que entregó a la siderurgia cántabra el primer tramo de la financiación, un préstamo participativo de 13,77 millones de euros sobre un total de 27.

Esta primera ayuda, que la compañía ya avanzó se utilizaría para circulante y no para inversiones, ya ha sido consumida. La SEPI todavía no ha desbloqueado el segundo tramo, un préstamo ordinario por 13,23 millones de euros, algo que anhela la empresa para poder gozar de cierto músculo y tranquilidad en lo que queda de año.

Aun con todo, los sindicatos han reclamado a la Dirección que el ERTE vaya acompañado de un «plan de viabilidad industrial» que consolide el porvenir de la fábrica. El comité, tras analizar la documentación, calificó de «complicada» la situación.