Santander Coated se lleva su plan de expansión a León y considera otro proyecto para el Puerto

El presidente de Network Steel Resources (NSR), Óscar Heckh, la matriz que engloba a SCS, se reunió el miércoles con el jefe del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel Revilla. En el encuentro, el empresario oficializó lo que se venía barruntando desde hace semanas, en especial desde que a finales de enero la organización comenzara a trasladar maquinaria almacenada en Santander para su nuevo proyecto y derivarla a la localidad de Villadangos, donde construye unas nuevas instalaciones en las que invertirá 120 millones en varias fases. El motivo de la decisión es, según su criterio, la imposibilidad de contar con la autorización ambiental en los plazos máximos previstos por la compañía, esto es, principios de verano, por lo que la oportunidad industrial para esta iniciativa en Cantabria ha pasado en beneficio de la comunidad vecina.

Ahora bien. Consultado por este periódico, Revilla defendió que el cónclave había dejado «buenas noticias». ¿Cuáles? «Santander Coated mantendrá en el Puerto su apuesta en términos de inversión y empleo, aunque variará el proyecto», sostuvo el presidente, que quiso dejar constancia de la aseveración con la garantía de su palabra. Eso sí, evitó dar mayor detalle y prefirió hablar del nuevo plan una vez pasen las elecciones autonómicas del 26 de mayo.

Según ha podido saber este periódico, la organización sí que tiene en mente una alternativa para implantar en la capital regional. Como primer argumento, SCS entiende que la concesión en el Puerto, con una superficie de más de 60.000 m2, es un activo al que no se puede renunciar. Más aún, en los trabajos de cimentación para la fallida fábrica de galvanizado ya se habían invertido cinco millones de euros.

¿Cuál es el proyecto? Apenas ha trascendido detalle más allá de que el 'plan b' igualmente estará ligado al negocio siderúrgico que caracteriza a Network Steel Resources.

Como detalle importante, en caso de que efectivamente se quiera poner en marcha otra aventura industrial en la parcela, ésta acarreará una nueva tramitación dado que el procedimiento actual era finalista y estaba planteado para el complejo de galvanizado, que no se acometerá ante los reparos ambientales que había suscitado la altura de las torres del complejo. El futuro proyecto tendría que pasar de nuevo por la Consejería de Medio Ambiente, pero la tramitación sería más sencilla, según las mismas fuentes.

Como ejemplo, la altura no supondría un problema ya que sería similar a la de la factoría que la corporación tiene en funcionamiento en la parcela aledaña, con la que en 2018 facturó más de 71 millones de euros, un 80% más que en el ejercicio previó, y produjo 85.000 toneladas de bobina de acero.

¿Hay plazos? Mientras Revilla insistió en no aportar más información hasta que se supere la cita con las urnas, la postura de la empresa es similar y no hará movimiento alguno hasta junio o julio.

La potencial pérdida del proyecto, con la citada inversión de 100 millones y la creación de 150 empleos, ha abierto fallas profundas entre los socios del Gobierno. Mientras el PRC, especialmente a través de su consejero de Industria, Francisco Martín, ha criticado la actuación de la Dirección General de Medio Ambiente, gestionada por el PSOE; la vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, titular de la Consejería del área, ha defendido la labor de su departamento al garantizar la seguridad jurídica e insistir en que no se han producido demoras en los pasos administrativos.

Otra pata importante es Sodercán, igualmente bajo el paraguas de Díaz Tezanos, que es socia del proyecto al haber comprometido 4,5 millones para esta segunda fase en el Puerto, una cantidad que en principio era finalista y no podría aplicarse a otro proyecto. La empresa pública retiró a sus dos representantes del Consejo de Administración de la sociedad por la falta de información en relación al futuro de la fábrica de galvanizado.

De hecho, desde Medio Ambiente continúan dando pasos para tramitar la autorización ambiental integrada, un documento que, a tenor de lo hablado entre Heckh y Revilla, nunca llegará a aplicarse. Está por ver si las promesas de la organización se mantienen firmes en los próximos meses. De momento, la realidad es que a Cantabria se le escapa el mayor proyecto de la legislatura.