Santander Coated retira la base de su fallida ampliación en el Puerto

De hecho, los trabajos recién reactivados no son de carácter constructivo. Al contrario, los operarios se están centrando en retirar la base del futuro complejo asentada el pasado verano, una construcción que fue paralizada al no contar con las pertinentes autorizaciones administrativas. ¿El motivo? Que la corporación no va a acometer la actuación que tenía pensada en un primer momento y, en consecuencia, no necesita la base ya montada, explican fuentes conocedoras del devenir de los acontecimientos.

De este modo, la parcela quedará de nuevo 'limpia' a la espera de corroborar si finalmente SCS decide llevar a la realidad la promesa efectuada la semana pasada al presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, en torno a traer a la misma superficie concesionada un nuevo proyecto que sea similar en términos de inversión y empleo al que ya se ha renunciado. Como comparación, el anuncio de la planta de galvanizado llevaba aparejada una inversión de 50 millones en la obra y otros 50 en circulante para la nueva factoría, así como la creación de unos 150 empleos.

Eso sí, la decisión se comunicará a comienzos de verano, una vez se conozca la configuración del futuro Gobierno regional que surja de las elecciones autonómicas del próximo 26 de mayo.

Como adelantó este periódico el pasado sábado, el presidente de Network Steel Resources (NSR), Óscar Heckh, la matriz que engloba a SCS, se reunió el pasado miércoles con el jefe del Ejecutivo autonómico, Miguel Ángel Revilla. En el encuentro, el empresario oficializó lo que se venía barruntando desde hace semanas, en especial desde que a finales de enero la organización comenzara a trasladar maquinaria almacenada en Santander para su nuevo proyecto y derivarla a la localidad de Villadangos, donde construye unas nuevas instalaciones en las que invertirá 120 millones en varias fases. El motivo de la decisión es, según su criterio, la imposibilidad de contar con la autorización ambiental en los plazos máximos previstos por la compañía, esto es, principios de verano, por lo que la oportunidad industrial para esta iniciativa en Cantabria ha pasado en beneficio de la comunidad vecina.

Consultado en su momento por este periódico, Revilla defendió que el cónclave había dejado «buenas noticias»: «Santander Coated mantendrá en el Puerto su apuesta en términos de inversión y empleo, aunque variará el proyecto».

Como primer argumento, SCS entiende que la concesión en el Puerto, con una superficie de más de 60.000 m2, es un activo al que no se puede renunciar. Más aún, en los trabajos de cimentación para la fallida fábrica de galvanizado ya se habían invertido cinco millones aproximadamente.

En caso de que efectivamente se quiera poner en marcha otra aventura industrial en la parcela, ésta acarreará una nueva tramitación dado que el procedimiento actual era finalista y estaba planteado para el complejo de galvanizado, que no se acometerá ante los reparos ambientales que había suscitado la altura de las torres del complejo. El futuro proyecto tendría que pasar de nuevo por Medio Ambiente, pero la tramitación sería más sencilla.

Como ejemplo, la altura no supondría un problema ya que sería similar a la de la factoría que la corporación tiene en funcionamiento en la parcela aledaña, con la que en 2018 facturó más de 71 millones.