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Los manifestantes recurrieron al 'arsenal' propio en este tipo de actos reivindicativos; bocinas, silbatos y petardos.

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Los manifestantes recurrieron al 'arsenal' propio en este tipo de actos reivindicativos; bocinas, silbatos y petardos. Roberto Ruiz

Miles de trabajadores salen a la calle a la búsqueda de «un convenio digno»

La primera jornada de huelga indefinida concluyó con una multitudinaria protesta por las principales calles de Santander

Nacho González Ucelay

Santander

Jueves, 2 de junio 2022, 18:13

La primera jornada de la huelga indefinida en el sector siderometalúrgico de la región concluyó este jueves, con la celebración de una manifestación que discurrió íntegra por la arteria principal de Santander y congregó a un número muy considerable de los trabajadores a los que afecta este conflicto. Los convocantes, que casi siempre se pasan, calculan que habría «entre 7.000 y 8.000 personas», y la Delegación del Gobierno, que casi siempre se queda corta, piensa que habría «unas 4.000». Sea cual fuere el número de asistentes, seguramente un término medio entre una cifra y la otra, lo cierto es que la marcha fue multitudinaria.

Citados a las seis de la tarde, primero decenas, luego cientos y finalmente miles de trabajadores del sector siderometalúrgico se fueron concentrando en la calle Burgos y en sus alrededores, donde los llamados por CC OO amenizaban la espera escuchando heavy metal a todo volumen, los reclutados por UGT repartían pegatinas y banderolas de su sindicato y los convocados por USO se colocaban camisetas rotuladas con sus demandas.

Luego de atender a la prensa, lo que demoró un cuarto de hora la partida de la manifestación, los representantes de los sindicatos impulsores de la protesta –César Conde (CC OO), Luis Díez (UGT) y Fernando Rey (USO)– ordenaron el inicio de la marcha, que comenzó a avanzar lentamente detrás de una pancarta con un mensaje lo suficientemente claro como para que los transeúntes no tuvieran que preguntar quiénes eran ni qué querían: 'Por un convenio digno para la industria siderometalúrgica de Cantabria'.

En su mayoría trabajadores, pero también familiares y amigos que acudieron a arroparles, los participantes en la protesta –en la que no se registró el más mínimo incidente– fueron caminaron por el centro de la ciudad coreando diferentes cánticos, algunos dirigidos al presidente de Pymetal, José Gómez Otero, que para nada salió bien parado. Quien no le dedicó una rima escrita ('Otero es un trilero y lo sabe el metal entero', decía un cartel) le dedicó una rima a viva voz ('Otero, c..., trabaja de peón', gritaba el speaker).

Pendiente de todo bajaba Pedro, «muy descontento con las decisiones que está tomando la patronal, que en esta negociación nos quiere meter un gol», dice. Trabajador en una empresa que se dedica al mantenimiento de calderas y aires acondicionados, el hombre ha acudido a la protesta «preocupado por la situación en que nos encontramos». A su juicio, «la patronal ha adoptado una postura un poco chulesca, no quiere escuchar nada, y la única manera que tenemos de presionarla es con una huelga indefinida», explica Pedro. «Es ahora o nunca».

A medio camino entre la cabecera y la cola de la manifestación, María, que trabaja en una empresa que fabrica piezas metálicas, defendía con sus acompañantes «nuestro derecho a un convenio digno, porque lo que quiere darnos la patronal ni siquiera es representativo de los retrasos que se acumulan desde el año 2021». Para ella «ya no se trata solamente de la pérdida de poder adquisitivo sino de la merma de un montón de derechos que teníamos ganados».

Tras una hora larga de marcha, Pedro, María y las 5.000 personas que acudieron a la protesta se retiraron no sin antes plantar sus reivindicaciones en los Jardines de Pereda.

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