La SEPI da luz verde al rescate del Grupo Celsa y envía el expediente a Bruselas

La cuantía será canalizada a través de la concesión de un préstamo participativo por importe de 280,5 millones y otro ordinario de 269,5 millones, y dado que el primero es superior a 250 millones de euros, es necesaria la autorización por parte de la Comisión Europea antes de su elevación al Consejo de Ministros.

La operación se ha aprobado tras el análisis de la situación económica y jurídica de la siderúrgica, del impacto que ha sufrido por la pandemia y de su plan de viabilidad, y de la reestructuración de la deuda con sus acreedores.

Se espera que la Comisión resuelva al respecto en menos de diez días, para que el expediente pueda ser remitido al Consejo de Ministros antes de que finalice el actual mes, puesto que precisamente Bruselas puso en junio el tope a este tipo de ayudas 'anticrisis' para que pudieran otorgarse sin ser consideradas contrarias a la competencia continental.

El grupo, que cuenta con una deuda superior a los 2.000 millones de euros en España, cerró 2021 con una facturación de 5.300 millones y un ebitda alrededor de los 600 millones a nivel global, y cuenta con 4.500 trabajadores en España y cerca de 10.000 en toda Europa.

Para Celsa España la pandemia generó caídas en sus mercados naturales del 25% en 2020, año que arrojó un resultado negativo de 364 millones de euros.

La cuestión es que todavía la organización no ha cerrado un plan de reestructuración con los fondos acreedores, uno de los aspectos clave para que la compañía que es propietaria en Cantabria de fábricas como Global Steel Wire pueda disfrutar de esa financiación.

El asunto, todavía pendiente de desbloquear, ha llevado incluso a la mediación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los fondos, que adquirieron a la banca nacional la deuda de Celsa con notables descuentos, exigen ahora altas rentabilidades o entrar en el capital social.