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Es posible que el teatro más antiguo de Cantabria, de entre los más o menos conservados y en funcionamiento, sea el Casino Liceo de Santoña, cuya sociedad se fundó en 1850, aunque su teatro sea algo posterior. Antiguos eran también los de Cabezón de la ... Sal o Castro Urdiales, pero fueron derribados. El siguiente en antigüedad al de Santoña, si no estoy equivocado, es el Principal de Reinosa, situado en el número 25 de la calle Mayor, junto a la Fuente La Aurora. Se inauguró en septiembre de 1893, tras una historia, creo que no muy conocida, de estructuras efímeras y espacios muy diversos que se destinaban ocasionalmente a las representaciones escénicas. Por ejemplo, con motivo de la proclamación de Carlos IV, en 1788, hubo diversos festejos en un teatro que estaba ubicado en el mismo lugar en que se asienta el Principal. Entonces se destacaba de aquel recinto su «bella disposición, el gusto y buena pinta de las decoraciones». Aunque Madoz, en el diccionario de la provincia, no menciona el de Reinosa, a mediados del siglo XIX contaban con teatro las localidades de Santander, Castro Urdiales, Laredo, Cabezón de la Sal, Santoña y Reinosa. Sin embargo, hacia 1885 el estado del 'coliseo' reinosano era lamentable, comparado entonces a un miserable y «destartalado almacén», con un «empobrecido y haraposo escenario», «guiñapos de decoraciones» y «bancos duros y estrechos, rotos y desvencijados». Tres años más tarde no estaba ya operativo. Lo leo en las páginas del 'Catálogo monumental de Reinosa' que me hace llegar el profesor Daniel Guerra.
En octubre de 1885 se había constituido la Junta Consultiva de Teatros, presidida por el gobernador civil e integrada, entre otros próceres, por el arquitecto Atilano Rodríguez. El nuevo teatro de Reinosa, un lugar industrioso y próspero, con una muy notable actividad económica y cultural, fue inaugurado en las fiestas de San Mateo de 1893, después de un año de obras. El edificio presentaba una planta rectangular de buenas proporciones y una estructura interior 'a la italiana', con una sala de butacas en suave desnivel, palcos alrededor y un anfiteatro superior. Se instaló un foso de música que podía subirse hasta el nivel del escenario. El escritor local Demetrio Duque y Merino publicó en 'El Atlántico' una crónica del evento, que careció de luz eléctrica pero que contó con la presencia de toda la crema reinosana. El acto, contaba Duque, «empezó por la exhibición de las bien pintadas -y muy pintadas- decoraciones que ha hecho el conocido escenógrafo italiano Arturo D'Almonte, pintor asimismo del telón y el techo del teatro, que gustaron mucho a la concurrencia. Cada decoración que se exhibió fue saludada con nutrida salva de aplausos, y el pintor tuvo que salir muchas veces al escenario a recibir los que el público le prodigó, satisfecho de su obra». Parece ser que D'Almonte, que era especialista en pinturas murales y decorativas, presentó entre otras reproducciones una evocación del nacimiento del Ebro, situada en el telón de boca.
Con la llegada del cinematógrafo a Reinosa, en 1907, la mayoría de los palcos desaparecieron, con el fin de aumentar el aforo que asistía a las proyecciones del fascinante nuevo invento. Se sabe que el teatro se alquilaba a particulares y empresas, que programaban diferentes actos. En 1943, según recogen en el 'Catálogo monumental', se acondicionó todo el espacio para cine, perdiendo su disposición como teatro. Y como no hay teatro que no tenga su incendio, el de Reinosa también lo tuvo, en marzo de 1969, que provocó daños especialmente en la zona del vestíbulo.
Jesús Ángel Allende señala que las actuaciones sobre la conservación y rehabilitación de los principales edificios del patrimonio histórico reinosano a partir de los años ochenta figuran entre «las páginas más interesantes de nuestra arquitectura reciente», por la sencilla razón de que varios arquitectos de reconocido prestigio nacional, al corriente de las últimas tendencias en la materia, dejaron su huella en la capital campurriana. La rehabilitación del teatro Principal fue amparada en 1985 por el programa de recuperación de teatros públicos que promovieron el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo y el Ministerio de Cultura. Estaban especialmente dañadas la cubierta y obsoletos los equipos técnicos. El proyecto arquitectónico estuvo a cargo de Antonio Riviere Gómez, quien quiso devolver al edificio, que caminaba hacia su centenario, parte de su estructura original a la italiana, dividida en una sala con palcos y un anfiteatro de asientos en el piso superior, con una capacidad total de 391 localidades en casi setecientos metros cuadrados. Riviere mejoró la parte de escena y, en el exterior, conservó sus característicos seis arcos de sillería de medio punto del soportal (cinco frontales y uno lateral). No está el teatro exento de ventanas ni de un balcón corrido en la fachada principal, que cuenta con un frontón de reminiscencias clásicas.
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Raúl Gómez Samperio
La reinauguración del teatro fue el 7 de septiembre de 1991 y estuvo presidida por el ministro José Borrell y el alcalde Daniel Mediavilla. El Ayuntamiento programa en él obras de teatro y recitales. Así, la Muestra Escolar de Teatro (en mayo y junio), el certamen Nacional de Teatro de Aficionados 'Ciudad de Reinosa' (desde 1995, en octubre y noviembre) y la temporada de Teatro de Otoño (noviembre y diciembre). Además echan cine comercial los fines de semana (menos en agosto), el ciclo de Cine Europeo (en julio) y películas subtituladas en colaboración con la Filmoteca de Cantabria.
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