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Isabel Arozamena
Viernes, 6 de mayo 2016, 23:49
UGT de Cantabria celebra ayer y hoy un congreso regional decisivo, no solo por el cambio de secretario general en sustitución de María Jesús Cedrún tras 14 años en el cargo, sino también porque la organización se somete a una profunda reestructuración interna ... para reducir las seis federaciones en solo tres. El líder nacional de UGT, Pepe Álvarez, que acaba de tomar el testigo de otro veterano del sindicalismo, Cándido Méndez estuvo ayer en Santander para inaugurar el cónclave. Álvarez reclamó un «reparto de la riqueza» para paliar la situación «de pobreza» que viven los trabajadores, exigió la derogación de las dos reformas laborales, un plan de choque por el empleo y un acuerdo estratégico por la industria.
continuidad
Aunque el plazo de presentación de candidaturas no finaliza hasta las 10 horas de hoy, se da como segura la elección de Mariano Carmona como el sexto secretario general de UGT. Se trata de una candidatura apoyada por las seis federaciones, consensuada y continuista, que tendrá como secretario de Organización a Alfonso Gil, que ya ocupaba el cargo con Cedrún. Carmona, de 49 años, es sindicalista de la empresa Robert Bosch y de la federación de Metal, Construcción y Afines (MCA). Ya ha anunciado su intención de encabezar una Ejecutiva con «solo dos o tres cambios» en relación con la liderada por Cedrún. Anteriores secretarios generales fueron José Luis Cos, Luis Pérez Alday, Luis Ángel Ruiz Cardín, Ignacio Pérez y María Jesús Cedrún.
El sindicalista pronunció palabras de elogio para la secretaria general saliente, María Jesús Cedrún, a quien considera «un referente» y «a la que quise tener en mi Ejecutiva confederal e incluso estuve a punto de convencerla para ello». El líder sindical se refirió a los «males causados» por las dos reformas laborales, la del PSOE de 2010 y la última del PP de 2012, al considerar que «lejos de mejorar la situación de los trabajadores, la ha agravado y no podemos seguir permitiendo que las personas sigan trabajando para seguir siendo pobres».
«Es una necesidad ineludible», espetó, ya que, en otras cosas, se podrá mejorar la «situación insoportable del salario mínimo» que hace que muchos trabajadores cobren al mes tan solo 750 euros. «Eso es consecuencia de la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial», indicó.
El problema del paro que sufre España, y concretamente Cantabria con una recuperación más lenta que la media, es debido a «la alta precariedad en el empleo y su temporalidad», una circunstancia derivada de que «no podemos vivir solo del turismo, de los servicios», de manera que «hacen falta medidas a corto y medio plazo». Es aquí donde, precisó, se debe potenciar la industria por ser el sector que mantiene un empleo «más estable» y de mejor calidad, teniendo en cuenta, además, las potencialidades en I+D+i en este campo. «Nunca hemos tenido una política industrial», lamentó Álvarez, al tiempo que reclamó mejoras en las políticas energéticas.
Para favorecer el empleo de los jóvenes, y evitar que tengan que salir fuera a buscar trabajo, propuso la vuelta a los contratos relevo. Para todo ello «emplazamos a las fuerzas políticas» implicadas en la formación del próximo Gobierno de la nación.
El líder ugetista hizo una defensa a ultranza del sindicalismo y censuró «la campaña orquestada contra los sindicatos, no solo en España sino en toda Europa porque molestamos». Reconoció que «estamos en un momento difícil y complicado» por lo que en el 42 congreso confederal se tomó la decisión de «una reorganización» para que UGT siga siendo «un referente». Con ello «reduciremos la burocracia sindical» al tiempo que se aborda «un proceso de transparencia» con la creación de una comisión ética «para que se sepa en todo momento dónde va cada euro de nuestros ingresos, las cuotas de los afiliados». «No queremos que se hable de nosotros por cuestiones internas, queremos que se hable de nosotros por nuestro trabajo y por nuestras propuestas», agregó el líder sindical.
Un timo
Con la vista puesta en el exterior, Álvarez arremetió contra la globalización «que es un timo». El secretario general de UGT se mostró en contra del Tratado de Libre Comercio (TTIP en sus siglas en inglés), tanto con Estados Unidos como con Canadá, del que dijo que «nos puede cambiar radicalmente nuestra manera de vivir» ya que «puede implicar la explotación de nuestros recursos, el denominado fracking, sin pedirnos permiso, que el Estado de bienestar sea una quimera y una pérdida de la competitividad».
En el acto inaugural también intervinieron la vicepresidenta regional, Rosa Eva Díaz Tezanos; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna; el secretario general de CC OO en Cantabria, Carlos Sánchez; y el portavoz de la plataforma Cantabria por lo Público y Sin Recortes, Sergio Tamayo.
Díaz Tezanos se congratuló de que «nuestra primera actuación fue recuperar el diálogo social porque estamos convencidos de que necesitamos hablar, de que la participación activa de todos es imprescindible». El alcalde de Santander se refirió a la «situación enormemente difícil» que atraviesa Cantabria «que encabeza negativamente los índices de crecimiento y creación de empleo». Entre otras medidas, anunció la próxima convocatoria de la oferta de empleo público, paralizada desde hace ocho años.
El secretario general de CC OO defendió «el oficio de sindicalista» del que dijo que«está muy poco reconocido». Recordó que siete de cada diez delegados elegidos en Cantabria son de UGT y de CC OO, sindicatos de clase.
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