Luz verde de Liberbank y Unicaja a una fusión que creará el quinto banco español

Las dos entidades han comunicado en la tarde de ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) la aprobación del «proyecto común de fusión» en el que Unicaja es la sociedad absorbente y Liberbank la sociedad absorbida. El tipo de canje propuesto, determinado tras los trabajos de revisión (due diligence) y valoración pertinentes, es de 1 acción de nueva emisión de Unicaja Banco, de 1 euro de valor nominal cada una por cada 2,7705 acciones de Liberbank, de 2 céntimos de euro de valor nominal cada una. Teniendo en cuenta el tipo de cambio y el número de acciones de Liberbank en circulación, la ampliación de capital será de un máximo de 1.075 millones de euros.

Los consejos aprobaron ayer un proyecto que empezó a negociarse en octubre tras un primer intento fallido en 2019 y que establece que Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, mayoritaria en la unión, sea presidente ejecutivo del banco resultante, y Manuel Menéndez, consejero delegado de Liberbank, ocupe ese mismo cargo por un primer periodo de dos años. En ese momento, «el Consejo de Administración modificará el modelo de gobernanza de Unicaja Banco, de modo que la Presidencia del Consejo pase a ser no ejecutiva (como recomienda el BCE) y se adapten las funciones del Consejero Delegado», puesto que será «reevaluado». Además, se producirán cambios en el consejo de la nueva entidad, que pasará a estar integrado por 15 miembros. De ellos, siete serán dominicales (cuatro propuestos por Unicaja y tres por Liberbank), seis independientes (cuatro de la entidad malagueña y dos de la asturiana) y dos ejecutivos (Azuaga y Menéndez).

Tras el cumplimiento de los trámites preceptivos, la fusión proyectada será sometida a la aprobación de las respectivas Juntas Generales de Accionistas de Liberbank y de Unicaja Banco, que se celebrarán previsiblemente durante el primer trimestre de 2021. La eficacia de la operación quedará condicionada a la obtención de las autorizaciones regulatorias correspondientes. Está previsto que la fusión se complete a finales del segundo trimestre o principios del tercer trimestre de 2021.

El resultante de la unión será el quinto banco de España en tamaño. Sus activos están valorados, según las cuentas de junio, en cerca de 109.000 millones de euros. La entidad combinada arrancará con una plantilla de casi 10.000 empleados, 6.274 procedentes de Unicaja y 3.698 de Liberbank, aunque es de suponer que una de las primeras consecuencias de la unión sea una revisión del número de empleados. Los sindicatos, que ven con buenos ojos la fusión en general, cuentan ya con ello, aunque esperan que la reducción no sea traumática -que se centre en bajas voluntarias o prejubilaciones- ni masiva, puesto que los dos bancos actualmente apenas se solapan geográficamente. Unicaja está asentado fundamentalmente en Andalucía y Castilla León, mientras Liberbank es la suma de Cajastur-Banco Caja Castilla La Mancha (CCM), Caja Cantabria y Caja Extremadura y está presente, sobre todo, en esas comunidades.

En la comunicación a la CNMV se ha remitido el «proyecto común de fusión» en el que se explican los mecanismos del canje de las acciones, los nuevos estatutos sociales y también el efecto sobre el empleo. En esta línea se indica que «tras la ejecución de la fusión, la entidad combinada completará el análisis de los solapamientos, duplicidades y economías de escala derivadas del proceso, sin que a esta fecha se haya tomado ninguna decisión en relación con las medidas de índole laboral que será necesario adoptar para proceder a la integración de las plantillas como consecuencia de la fusión». En todo caso, se insiste en que la integración se llevará a cabo negociando con los representantes de los trabajadores «que permitan desarrollar la referida integración de las plantillas con el mayor acuerdo posible entre las partes».

En Cantabria, además de todo lo que supone un cambio de rumbo para lo que fue la antigua caja de ahorros, la principal repercusión será en la plantilla.En este sentido, fuentes del Comité de Empresa de Liberbank en Cantabria y de la sección sindical de UGT han puesto énfasis en que su principal reivindicación en la nueva etapa es la de cerrar el capitulo de «malas relaciones» laborales vividas en Liberbank en los últimos años y apostar por la «paz social» que se ha vivido en Unicaja.

Sin embargo, son conscientes de que en los próximos meses la nueva entidad que surja pondrá sobre la mesa un plan de ajuste de plantilla a través de un ERE. En este sentido, en Cantabria el ajuste no debería ser muy duro porque no hay casi duplicidad de personal y oficinas. Así, Liberbank cuenta con unos 370 trabajadores y 70 oficinas mientras que Unicaja tiene 1 sola oficina y 7 trabajadores. Además, las salidas incentivadas han hecho que la media de edad del personal de Cantabria esté por debajo de los 60 años, lo que hace difícil las jubilaciones anticipadas. Actualmente, la plantilla total de Liberbank es de 3.000 empleados (1.000 en Asturias) a los que hay que sumar otros 700 que están prejubilados y los que la entidades paga el convenio especial don la Seguridad Social hasta llegar a los 63 años. Asimismo, unos 50 trabajadores que salieron de Cantabria en su día y que deberían retornar.