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EVA GARCÍA
Santande
Domingo, 11 de julio 2021, 07:47
El empresario santanderino Julio Alonso Babarro, fundador de Airway Shield, ha patentado una novedosa mascarilla cuya intención es facilitar la intubación dirigida. La empresa lanzará el próximo jueves 22 una campaña de crowdfunding con la que esperan recaudar 400.000 euros. El dispositivo ... permite tener más control sobre la intubación y acorta el proceso. De esta forma los médicos no especializados en el procedimiento podrán llevarlo a cabo.
Tras obtener la aprobación de la Agencia Española de Medicamentos y el marcado CE, Alonso y su equipo empezaron a buscar inversores. Los encontraron a través de la Red de Talento Cantabria 2030, plataforma de encuentro entre emprendedores que viven en el exterior e instituciones regionales, que les proporcionó un grupo de inversores cántabros para iniciar el proyecto. Después, contactaron con Capital Cell, plataforma de inversión online especializada en salud. También pidieron un crédito participativo a Sodercán, aún en proceso de aprobación.
ÚNICO
Alonso se siente optimista: «Confío en que será un éxito (la campaña) porque todo el mundo puede participar. Por un lado es una inversión que puede dar dinero y por otro lado ayuda a proteger a los médicos que están en primera línea».
El producto saldrá en octubre de este año. Tras el cierre de la campaña, transportarán los moldes de China a Australia y comenzarán a fabricarlo y venderlo. Estiman que en 2022 venderán 400.000 mascarillas, cifra que aumentará cada año. La venta se llevará a cabo en Cantabria, donde Alonso espera que crezca su empresa: «Estoy contento de haberla creado en Santander. Lo hice por motivos sentimentales, es mi ciudad y me alegro de que se creen nuevas cosas allí», explica. Esperan poder colaborar con el Hospital Valdecilla en un futuro por «sus oportunidades en el mundo médico, una industria con mucho futuro».
Airway Shield nació en septiembre de 2020. Es una empresa de productos médicos que, por el momento, solo producirá este modelo universal de mascarilla, pero más adelante espera poder fabricar un ejemplar pediátrico. Cuenta con siete integrantes, plantilla que el fundador busca ampliar según el proyecto crezca. A pesar de estar en Brisbane, el intensivista quiere que la compañía «se quede en Santander y después salga a bolsa». El dispositivo se fabricará y almacenará fuera de Cantabria, pero se venderá en la región.
El producto consiste en una pieza de plástico de grado médico, material flexible pero que mantiene y recupera la forma. Permite acortar el proceso de intubación, para el que, en ocasiones, se dispone de unos segundos. Es un procedimiento que realiza gente especializada, lo que implica que siempre haya un experto presente. La mascarilla facilita a médicos sin formación en intubación efectuar el proceso. Lo que hace es sujetar la lengua del paciente y, al introducir el laringoscopio, dispositivo para examinar la laringe, el tubo va dirigido directamente a la tráquea. Por otro lado, reduce la generación de aerosoles, lo que protege también al médico que realiza la intubación.
Julio Alonso estudió Medicina en Cantabria y se fue a Australia para quedarse temporalmente. Dieciséis años después es médico intensivista en un hospital de Brisbane. Durante la pandemia dio forma a una idea que llevaba tiempo pensando, y así surgió la mascarilla. «Quiero que la gente vea que se pueden hacer cosas partiendo de cero, ahora más que nunca, tenemos herramientas que son muy especiales. Es bonito enseñar que una empresa puede partir de la iniciativa de unos entusiastas y que existen las herramientas para despegar».
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