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pisos.com
Viernes, 22 de abril 2022, 07:17
Comprar una vivienda supone una inversión lo suficientemente importante como para tomarse la tarea de encontrar casa con calma. No es solo que sea conveniente poner los cinco sentidos al servicio de localizar la mejor financiación y comprender los términos, a veces complejos, de ... una hipoteca. Elegir un buen barrio, estar al día de los precios de la zona, analizar con tranquilidad el estado del inmueble… Son otros de los aspectos que se antojan claves a la hora de comprar una casa. Tanto es así que conviene estar en alerta ante cualquier detalle que, durante la búsqueda o la propia visita al piso elegido te haga desconfiar.
Si cuando vas a la playa respetas las 'banderas rojas' que indican la peligrosidad del estado de la mar, en términos inmobiliarios, hay todo un elenco de señales similares que no debes ignorar si estás pensando en comprarte una casa. Lo contrario puede suponer todo un drama si, finalmente, te conviertes en propietario de un inmueble que no es todo lo 'ideal' que te pareció en un principio. Desde pisos.com hemos identificado algunas de las principales 'banderas rojas' a evitar cuando visitas un piso en venta. ¡Toma nota!
El precio medio de la vivienda de segunda mano se situó en el mes de marzo en los 1.892 €/m2, según el informe trimestral de precios de venta de pisos.com. A partir de ahí, existen notables diferencias entre territorios que se repiten por distritos, barrios y calles. No es que no puedas encontrar una ganga inmobiliaria. Las hay. Pero si has encontrado una casa cuyo precio está muy por debajo del mercado, mejor desconfiar. Si aun así estás decidido a hacerte con ella, asegúrate de que el motivo del precio no son vicios ocultos o problemas de difícil solución.
Las alertas también deben saltar cuando lo que planea alrededor de la operación de compraventa es un exceso de celeridad. Ejercer una inusual presión sobre el comprador aportando información como el número de compradores interesados o las visitas es una estrategia que puede ser únicamente una maniobra de distracción para no detectar cuestiones más turbias. En ocasiones, es mejor arriesgarse a perder una oportunidad que ceder a la presión.
No obstante, también puede darse el caso de que esas prisas sean consecuencia de la situación del vendedor. Si necesita vender pronto el inmueble por cualquier razón ajena al estado del mismo, la situación puede resultar favorable para que negocies un precio a la baja.
Otra de las 'banderas rojas' que debes evitar cuando visitas un piso en venta tiene que ver, precisamente, con la actitud del vendedor. La cordialidad está bien pero un exceso de amabilidad o confianza debe ponerte en alerta. Y lo mismo si lo que detectas son trabas, por ejemplo, a la hora de realizar nuevas visitas o acudir a la vivienda en momentos del día distintos para asegurarte de la luminosidad o el nivel de ruidos.
Dicen que una imagen vale más que mil palabras y está claro que visitar el piso objeto de tus deseos te aportará una valiosa información. Si las imágenes que llamaron tu atención se corresponden con la realidad, todo ok. Pero ¿qué pasa si al llegar detectas incoherencias? Puede que tus planes pasen por reformar la vivienda antes de entrar a vivir, pero incluso si esas son tus intenciones, mejor conocer la realidad del inmueble antes de aventurarse y no solo quedarse con las fotos.
Manchas de humedad, un mal aislamiento, pintura desconchada, alfombras tratando de tapar un suelo desvencijado… Antes de dar un paso, mejor estar atento a las señales.
Es habitual, además de muy recomendable, realizar varias visitas en días y horas diferentes a la casa que piensas comprar. En el transcurso de estos recorridos no solo debes aprovechar para observar el nivel de ruido, la actividad en el barrio o la luz natural. También es importante comprobar en detalle el estado de la vivienda. Asegurarte de que la instalación eléctrica funciona, que puertas y ventanas cierran correctamente o que no hay problemas de fontanería, son solo algunos de los chequeos pormenorizados que no puedes dejar de acometer.
Conseguir la mayor información posible es clave a la hora de comprar una vivienda. Pero más allá de lo que aporten tus sentidos en la visita al inmueble -ya sea el oído, la vista o el olfato-, lo cierto es que hay ciertas herramientas a tu disposición que pueden ayudarte. Solicitar una nota simple en el Registro de la Propiedad, por ejemplo, no solo es un trámite que habrás de completar para solicitar una hipoteca.
Este documento te brindará información determinante para aplacar tus temores o salir corriendo. Confirmar la titularidad de la vivienda -y por tanto la legalidad de la operación- y saber si pesan sobre ella cargas que el vendedor te haya ocultado son algunas de las cuestiones que resolverás con esta nota oficial. Como en los supuestos anteriores, ante cualquier sorpresa inesperada, mejor continuar con tu búsqueda de vivienda.
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