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Todas las claves para comprar una casa en Cantabria en 2023
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Todas las claves para comprar una casa en Cantabria en 2023

Aunque 2023 viene marcado por una ralentización del sector, la compraventa de viviendas en Cantabria superó en 2022 los niveles prepandemia. En un año tocado por las sombras de la inflación y la subida de las hipotecas, la contención o bajada de precios arrojan algo de luz a las previsiones del sector

PISOS.COM

Miércoles, 25 de enero 2023, 07:21

La inflación, el retraso en la construcción de obra nueva debido al desabastecimiento de materiales, el encarecimiento de las hipotecas... Todas son circunstancias que hacen prever una ralentización en el sector inmobiliario en 2023, pese a que se había iniciado un proceso de recuperación tras la pandemia. Aún con todo, Cantabria se ha despedido de 2022 como una de las regiones mejor posicionadas en el ranking de operaciones de compraventa. Asimismo, se ha posicionado como una de las comunidades autónomas más atractivas para este tipo de operaciones debido al leve incremento que han experimentado sus precios en este último año.

En diciembre de 2022 los precios de la vivienda apenas experimentaron una subida del 0,39% en el litoral cantábrico, tal y como recoge el informe anual de precios de pisos.com. Esta circunstancia podría haber servido de estímulo para las operaciones de compraventa que, según la Estadística de Transmisiones de Derechos de la propiedad del INE, ha contabilizado en el primer semestre del año hasta un 29,78% más de operaciones que en el mismo periodo del año anterior. Esta remontada ha llevado al sector a superar, incluso, los niveles prepandemia en un 20% más. Así, la compraventa de viviendas de segunda mano creció en los primeros seis meses del año un 31,3% y en viviendas de obra nueva alrededor del 20,7%.

En lo que respecta a la compraventa de inmuebles, sin embargo, el panorama se muestra reservado ante la situación económica que se nos plantea. Ferran Font, director de Estudios de pisos.com, destaca en su análisis que «el residencial se ha movido en márgenes de subida contenidos si tomamos como referencia la inflación, sustentado por una demanda muy activa en busca de oportunidades...». Sin embargo, subraya también que «la posible llegada de una recesión económica limitará el empuje de un mercado que, ante unas hipotecas más caras y unos compradores más centrados en el ahorro, bajará el ritmo».

Una oportunidad para los pequeños inversores

Las expectativas para los primeros meses de 2023 no son favorables, aunque en este panorama de sombras también hay luces. La subida de los tipos de interés y la inflación llevarán a que la demanda experimente una bajada más notable entre la población más joven y las rentas más bajas por tener dificultades para hacer frente al encarecimiento de las hipotecas. Esto sumado a que la oferta de obra nueva, que se está viendo frenada en buena medida por el desabastecimiento de materiales de construcción, ha bajado lleva a poner el foco en las operaciones sobre las viviendas de segunda mano.

Con una oferta de obra nueva menor, una menor demanda, y una contención o bajada de precios, como sucede en el litoral cantábrico, este tipo de inmuebles se adaptarán mejor a las necesidades de la demanda actual. Esto supone una salida para aquellos que busquen una primera vivienda o los pequeños inversores que vean en las circunstancias del momento una buena oportunidad para comprar una vivienda de segunda mano que introducir en el mercado del alquiler.

El alquiler, aunque con cautela, una alternativa

En el mercado del alquiler las previsiones para 2023 también son tomadas, de igual modo, con prudencia. Debido a la inflación, la capacidad de ahorro y gasto se ha visto mermada de manera notable, lo que ha dibujado un panorama en los hogares muy inestable ante cualquier mínima subida de las rentas.

Font, en su análisis sobre las previsiones para este año, explica que «las medidas de control de las rentas, aunque todavía no se han materializado a través de la nueva Ley de Vivienda, actúan de elemento disuasorio para la inversión en vivienda en alquiler». Sin embargo, añade: «la vivienda de alquiler sigue siendo un activo al que dirigir el ahorro».

En este sentido, en el último semestre de 2022, Cantabria anunció que en el nuevo año recuperaría las ayudas al alquiler suprimidas en 2019 para favorecer a los colectivos más vulnerables. Así, además del Bono Alquiler Joven, informó del impulso de un programa de ayudas al alquiler dentro del Plan Estatal de Vivienda, para quienes se queden fuera del citado bono. Esta ayuda podría llegar hasta el 50% de la renta del alquiler, y no podrá superar los 600 euros al mes o los 300 euros por habitación, salvo algunas excepciones recogidas en el plan.

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