Vivienda en Cantabria: ¿cómo cerrará el año y cómo evolucionará en 2023?

A tenor de los datos, el litoral cantábrico se ha convertido en todo un reclamo desde el punto de vista inmobiliario. Solo en el primer semestre de este año se registraron en Cantabria un 29,78% más de operaciones de compraventas que en el mismo período de 2021. Las actuaciones relacionadas con la vivienda de segunda mano han crecido más de un 31,3% durante los primeros seis meses del año y la obra nueva cerca de un 20,7%. El número de transacciones no solo supone la recuperación de los niveles previos a la pandemia, sino que los supera en más de un 20%.

Los últimos datos de la Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad elaborada por el INE sitúan el mes de julio de 2022 como el más fructífero de la última década en términos de compraventas. Si en 2012 -el peor ejercicio para el mercado inmobiliario cántabro desde que estallara la burbuja- apenas se registraron 280 transacciones, en julio de este año alcanzaron las 679 y, de ellas, alrededor de un 86,9% correspondieron a inmuebles de segunda mano.

Los atractivos precios del conjunto del territorio podrían estar detrás del incremento en el número de compraventas. Según el último informe mensual de precios de venta de pisos.com, la comunidad cerró el mes de septiembre con un valor medio de 1.593€/m2 para la vivienda de segunda mano, muy por debajo de los 2.946€/m2 registrados en el País Vasco, aunque ligeramente por encima de los 1.340€/m2 anotados en la vecina Asturias. La comunidad comparte, además, con el Principado, un lugar en el ranking de comunidades donde menos ha subido el precio de la vivienda de segunda mano en el último año. Apenas un 1,11% en Cantabria, frente al incremento del 0,74% que, de media, han subido los precios en Asturias o el más de un 6% a nivel nacional.

En palabras del director de Estudios de pisos.com, Ferran Font: «el residencial se ha movido en márgenes de subida contenidos si tomamos como referencia la inflación, sustentado por una demanda muy activa en busca de oportunidades». Sin embargo, el analista apunta a una desaceleración del sector consecuencia de la coyuntura actual: «la posible llegada de una recesión económica limitará el empuje de un mercado que, ante unas hipotecas más caras y unos compradores más centrados en el ahorro, bajará el ritmo».

No obstante, Font pone el acento en otro fenómeno: la desigualdad en la evolución de esa ralentización del mercado inmobiliario. «Hemos sido testigos de cómo determinadas capitales han colocado sus precios en niveles previos a la burbuja, mientras que otras todavía guardan una distancia importante», explica el experto. En el caso de Santander, por ejemplo, los precios han caído un -1,19% con respecto al mes de septiembre del pasado 2021. Pese a no ser un descenso muy acusado -en capitales como Huesca o Palencia las bajadas alcanzan el -11,78% y el -8,55% respectivamente-, es un dato a tener presente y es que, como explican desde pisos.com, los desequilibrios de densidad de población entre zonas también serán apreciables cuando la curva de los precios se invierta: «Las ciudades más potentes apenas variarán, mientras que otras sí tendrán recorrido a la baja», augura Font.

Más allá de la evolución del mercado de la compraventa, el alquiler es otro de los segmentos que los analistas observan con cautela a la hora de hablar de previsiones de cara a la recta final del año y el próximo ejercicio. En Cantabria, alquilar un piso hoy es un 2,75% más caro que hace un año, un incremento casi un punto por debajo de lo que ha subido la media de precios a nivel nacional, tal y como señala el informe trimestral de alquiler de pisos.com. De hecho, en el conjunto del suelo patrio, alquilar un piso de 90 metros cuadrados cuesta algo más de 900 euros mensuales de media, mientras que en Cantabria el mismo inmueble apenas supera los 700 euros al mes.

En clave nacional Font explica que la mensualidad «está conteniendo su empuje en la variable mensual, sin subidas por encima del 1% desde hace un año. De hecho, de enero a septiembre incluso registró dos caídas en este intervalo». El experto aclara, sin embargo, que esa contención no debe inducir a error y es que, dada la inflación: «Los inquilinos tienen menos capacidad de gasto, así que cualquier subida, por pequeña que sea, desestabiliza el presupuesto del que disponen los hogares».

Sobre el futuro del mercado del alquiler, los expertos se muestran cautos y el propio Font explica que, si bien «las medidas de control de las rentas, aunque todavía no se han materializado a través de la nueva Ley de Vivienda, actúan de elemento disuasorio para la inversión en vivienda en alquiler (...), esta sigue siendo un activo al que dirigir el ahorro». En todo caso, el portavoz del portal inmobiliario insiste en que «ante una demanda creciente, la falta de oferta es un cuello de botella que afecta de forma muy negativa al acceso a la vivienda».

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