Giro al centro por exigencias del guion

Análisis 23-J ·
Sánchez y Feijóo cortejan a los electores moderados, los más indecisos,en su batalla por la movilización ante la cita de dentro de dos semanas

Alberto Surio

San Sebastián

Domingo, 9 de julio 2023, 00:03

Las emociones se han colado hace tiempo en el escenario de la política frente al imperio de la racionalidad. Una campaña tan polarizada como la actual es el mejor ejemplo. Se libra un pulso muy básico porque muchas veces minusvaloramos que la gente vota con ... las tripas, con el corazón, y no tanto con el bolsillo. Sobre todo cuando existe ya un estado de ánimo de malhumor e incertidumbre que alienta miedos ancestrales. Todo el espectro de la derecha, desde el PP a Vox, ha construido con éxito un relato basado en «la derogación del 'sanchismo'» con trazo bien grueso. Ahora Feijóo parte de claro favorito. Pero el inicio de la campaña revela que la estrategia electoral de Pedro Sánchez empieza también a surtir cierto efecto y a despertar a su votante más remolón, aunque sea a costa de sus aliados de izquierda y soberanistas. Frente a la consigna de echar a Sánchez, los socialistas han puesto en marcha un contrarrelato alternativo. 'Ni un paso atrás'. Ese es el choque. Y necesitan llenarlo de sentimientos. Lo anunció Teresa Ribera, la vicepresidenta tercera, en su mitin de Madrid. El público se quedó con la copla. Las emociones entran en escena a dos semanas de la cita con las urnas.

Sánchez y Feijóo cortejan con este registro al votante de centro, el más indeciso, por exigencias del guion. Lo hace el PP cuando prefiere obviar, o minimizar los acuerdos con la extrema derecha. O los socialistas, cuando la ministra de Defensa, Margarita Robles, lanzaba ayer todo un alegato contra Vox. El objetivo: frenar el trasvase del voto de los electores socialistas a las filas de los populares.

Esta es la batalla de sensaciones que viene por tierra, mar y aire en la cuenta atrás hacia las generales convocadas bajo el sol estival. La política racional exige tiempo y es compleja,y la gente pide sencillez. Es el problema de algunos políticos. Es una asignatura de primer curso. Explicar con claridad y facilidad las cosas complejas. Lo más difícil.

Por eso el cara a cara de mañana entre Sánchez y Feijóo será relevante para contrastar proyectos. No será definitivo, pero sí definitorio. Marcará tendencias. El candidato socialista a la reelección, que se ve fuerte tras su periplo por distintos medios de comunicación, ha suspendido todos sus mítines de este fin de semana para preparar el duelo en Atresmedia. Se hablará de todo, de Vox, de Bildu, de la reforma laboral, de la sedición, de la ley del 'solo sí es sí', de la corrupción y del Salario Mínimo Interprofesional. Quizá de la guerra de Ucrania y de las relaciones con Marruecos. Hasta del uso del avión Falcon en los desplazamientos presidenciales. Los contendientes tendrán que esforzarse para golpear con la frase certera la mandíbula del rival sin hacer demasiada sangre.

Sánchez sale al combate como quien sale a opositar y a conquistar el título. Necesita arriesgar. pero sin pasarse de frenada. Y Feijóo, que hoy comparte mitin con Mariano Rajoy en Pontevedra, debe exponerse lo mínimo. Parte con la aureola de ganador en las encuestas. Aunque todos saben que las elecciones encierran sus sorpresas. Es lo que tiene la gestión de las emociones, que muchas veces afloran sin querer y no las podemos controlar con la cabeza.