Gustavo, el apoyo incondicional de María Teresa Campos

Gustavo ha contado a la revista 'Semana' su experiencia como observador de la relación de la presentadora y el cómico antes, durante y después del romance porque «Teresa Campos no puede quedar como una mentirosa».

El chofer confiesa que ella ha sufrido mucho y que la ha visto llorar, así que, con su autorización, ha revelado detalles de lo que vivió cuando Edmundo vivía con la periodista. Así, ratifica punto por punto la versión de Teresa sobre la ruptura por mensaje telefónico y, según relata la revista, puede demostrarlo mediante un mensaje que desenmascararía al humorista. «Es la verdad. Y aquí hay tan solo una verdad», confirma.

Gustavo no se muerde la lengua a la hora de dedicar calificativos a Edmundo. «Es un profesional del amor y un mentiroso profesional», asegura. El hombre de confianza de Teresa lamenta que ella haya tenido que pasar por esos difíciles momentos y aunque él intentó hacerle ver la realidad, ella estaba muy enamorada. También dice que «es un gran actor de melodrama o de la comedia fácil», por eso no se cree las lágrimas del humorista en televisión cuando se encontró con la hija de Terelu, Alejandra Rubio.

En la entrevista explica que Carmen y Terelu siempre están pendientes de su madre, aunque es el quien la acompaña día a día. Esa convivencia es la que le permitió reconocer en el chileno actitudes clasistas, incluso racistas. Gustavo explica que Arrocet le sugirió a la periodista que él, en calidad de chófer, debía esperar fuera de la casa o, como mucho en la cocina. Sin embargo, la malagueña no dudó en defenderle ante su pareja afirmando que él es «uno más de la familia».

De su relato se desprende que el humorista llevaría una vida paralela junto a Teresa ya que se marchaba para unos días y al final pasaba varias semanas fuera sin dar explicaciones. «Decía que se levantaba muy tarde en la casa de Teresa. No es cierto», asegura. Según cuenta en la exclusiva de 'Semana', la verdad es que no salía de su habitación hasta pasado el mediodía pero se levantaba mucho antes y se tiraba horas escribiendo mensajes desde las nueve de la mañana.

También dice que miente sobre el dinero que le prestó a la periodista. Afirma que fue mucho menos de 50.000 euros, tal como Bigote ha llegado a afirmar, y que fue su hija, y no él, quien se lo dejó. Gustavo recuerda que las tarjetas de crédito del cómico estaban bloqueadas. «Cuando le acompañaba para comprar algo o a comer en un restaurante e iba a pagar, le rechazaban todas las tarjetas».

A pesar de todo, seguro que lo que más entristece a la periodista es constatar el interés de Edmundo en que se conociera su relación con ella «para empezar a hacer negocio», valora Gustavo, que explica cómo desde el principio Arrocet propició que se descubriera el romance con la veterana presentadora.

Lo que sí se sabe es que a Bigote no le han hecho gracia estas declaraciones. Ayer el humorista fue interceptado por la prensa en plena calle y se mostró nervioso y cabreado. «¿Me puedes dejar tranquilo?», le espetó a la periodista que le preguntaba por las palabras de Gustavo, el hombre fiel a María Teresa.