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Zigor Aldama
Shanghái
Viernes, 19 de junio 2020, 19:37
Lo peor ya ha pasado. El rebrote del coronavirus en Pekín ha superado su pico de infecciones y está bajo control. Eso es lo que piensa el epidemiólogo jefe del Centro de Prevención y Control de Enfermedades, Wu Zun¬you. «Pero que esté controlado no quiere ... decir que el número de nuevos casos vaya a caer a cero mañana o pasado mañana», advirtió ayer el experto en una conferencia de prensa. «La tendencia actual se mantendrá durante un tiempo, pero luego la curva comenzará a bajar, como sucedió en enero y febrero», explicó Wu, consciente de que todas las miradas están puestas en la capital china.
No en vano, el Gobierno informó de que el jueves la gran megalópoli registró veintiún nuevos contagios –diez menos que el martes– y la Comisión Nacional de Salud añadió que las vecinas Hebei y Tianjin también identificaron tres infecciones más. Wu cree que todas ellas se produjeron antes del día 12 y que están relacionadas con el mercado de Xinfadi. Allí se detectó el primer caso y ya son 157 los relacionados con el centro de abastos más grande de toda Asia.
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En total, las autoridades sanitarias han realizado más de 400.000 tests de coronavirus que han permitido identificar ocho clústeres diferentes. En uno de ellos, por ejemplo, el empleado de un restaurante que nunca había estado en Xinfadi se contagió a través de un compañero de trabajo que había adquirido alimentos allí. Por eso, las medidas de restricción implementadas en los últimos días se mantendrán durante cierto tiempo. «Haber actuado rápidamente ha impedido que Pekín se convierta en un nuevo Wuhan», sentenció Wu, que consideró normal que se den este tipo de rebrotes.
Lo que no son normales son las condiciones higiénicas de muchos mercados. La Comisión Central de Control Disciplinario del Partido Comunista ha reconocido que en demasiadas ocasiones no cumplen con los estándares mínimos y urge en un informe publicado ayer a que China «minimice los riesgos para la salud en los mercados».
Los problemas se detectan en todos los eslabones: desde la cadena de frío en el caso de los alimentos refrigerados hasta las condiciones en las que se muestran al público, pasando por su manipulación. No en vano, incluso en establecimientos como los de Carrefour es posible encontrarse con cucarachas entre las verduras, trozos de carne en charcos de un líquido sospechoso o congeladores con las puertas abiertas.
El coronavirus en cifras
«La epidemia es un espejo que no sólo refleja el aspecto sucio y desordenado de los mercados mayoristas, sino que también evidencia el bajo nivel de su gestión», señala la Comisión en su informe, en el que también incide en la necesidad de modernizar instalaciones construidas hace décadas, «cuando el drenaje y el tratamiento de aguas residuales estaban poco desarrollados».
La epidemia del coronavirus, que pudo haber surgido en un mercado de Wuhan, ha dejado en evidencia el riesgo que supone esta situación, y China se ha propuesto aprender y rectificar. No en vano, la crisis sanitaria ya ha logrado que destierre el consumo de especies exóticas y ofrezca la máxima protección al pangolín, animal al que muchos señalan como intermediario del SARS-CoV-2 entre el murciélago y el ser humano.
China
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