México extradita a Estados Unidos a una treintena de capos de la droga

«Esta mañana fueron trasladadas a EE UU 29 personas que se encontraban privadas de su libertad en diferentes centros penitenciarios del país, las cuales eran requeridas por sus vínculos con organizaciones criminales por tráfico de drogas, entre otros delitos», ha anunciado en un breve comunicado conjunto la Fiscalía de México y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. En el traspaso se han visto implicados no sólo poderosos líderes de los cárteles mexicanos, sino también algunos de los asesinos más buscados en el país azteca.

La cantidad e importancia de los delincuentes enviados a territorio estadounidense supone uno de los esfuerzos más importantes en la historia reciente de la guerra contra la droga para que sus responsables respondan ante la Justicia de EE UU. La operación se produce, además, cuando la Administración Trump ha elevado su presión sobre el Gobierno de Sheinbaum para que intensifique su lucha contra los cárteles e impedir que sustancias como el fentanilo crucen la frontera. El magnate aprovechó el jueves su comparecencia junto al primer ministro británico, Keir Starmer, para apretar aún más a México ya que, en su opinión, no ha frenado el narcotráfico hacia territorio norteamericano: «Las drogas siguen llegando a nuestro país, matando a cientos de miles de personas».

Washington ha revelado las identidades de las 29 personas extraditadas, a las que se imputan cargos relacionados con el crimen organizado, el tráfico de drogas, el asesinato, el uso ilegal de armas de fuego y el lavado de dinero, entre otros delitos. La fiscal general de EE UU, Pam Bondi, ha anunciado que pedirá la cadena perpetua para 23 de ellos, mientras que para los otros seis exigirá la pena de muerte.

Esta es la historia de los delincuentes más peligrosos que Trump ha logrado que México le entregue:

La pieza de caza mayor es Rafael Caro Quintero, bautizado como 'el narco de narcos'. Fue el fundador y líder del cártel de Guadalajara, gracias a lo que ha llegado a acumular una fortuna de 500 millones de dólares con su rancho de El Búfalo en Chihuahua. Este complejo de cultivos del tamaño de mil campos de fútbol lo convirtió en el narcotraficante más poderoso de México, con políticos, jueces y policías a su servicio, sobornos mediante.

El idilio con las altas esferas se rompió en noviembre de 1984 cuando soldados irrumpieron en su finca y quemaron 8.000 toneladas de marihuana. ¿Cómo fue descubierto? Gracias a una foto aérea sacada desde una avioneta por Enrique 'Kiki' Camarena, un agente infiltrado de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA). Quintero juró venganza contra él y meses después le secuestró, torturó y asesinó. También al piloto de la aeronave, Alfredo Zavala. Desde ese momento ha estado en el punto de mira de las autoridades de EE UU, que llegaron a ofrecer una recompensa de 20 millones de dólares por su cabeza. Además de ese crimen, el capo carga con otras tres causas abiertas por narcotráfico en Texas, Arizona y Nueva York.

También ha sido entregado Vicente Carrillo Fuentes, conocido como 'El Viceroy', hermano de Amado Carrillo 'El señor de los cielos' y fundador del cártel de Juárez. Antes de ser detenido hace una década, heredó en 1997 la organización criminal más poderosa de México tras la muerte de su hermano, presuntamente durante una operación de cirugía plástica. El grupo sentó sus bases en el transporte de cocaína desde Colombia hasta Estados Unidos.

Aunque con él al mandó firmó una alianza con el cártel de Sinaloa, la paz se rompió en 2004 con un estallido de violencia por el que Joaquín 'El Chapo' Guzmán ordenó el asesinato de un hermano de 'El Viceroy' y, como venganza, encargó a un sicario acabar con la vida de un hermano del líder del grupo de Sinaloa. De este enfrentamiento salió perdedor el bando de Carrillo, por lo que cambió su aspecto y se fabricó una identidad falsa para huir de la Justicia hasta Torreón, en el noroeste del país. Allí fue detenido en 2014, tras lo que fue condenado a 28 años de prisión, que cumplía hasta su extradición a EE UU este jueves.

Andrew Clark, alias 'El Dictador', es un narco canadiense que traficaba en Estados Unidos desde México. Las autoridades le acusan de dirigir una organización criminal que distribuía y exportaba cocaína. Su 'modus operandi' consistía en enviar la mercancía desde Colombia a través del país azteca y la almacenaba en Los Ángeles, desde donde la distribuían en compartimentos secretos de remolques. Asimismo, Canadá le considera responsable de orquestar el asesinato de una familia de Ontario en 2023 como represalia por el robo de un cargamento en California y se le relaciona con otro homicidio en 2024 por una deuda de drogas.

José Rodolfo Villarreal Hernández, apodado 'El Gato', fue capturado el 7 de enero de 2023 cuando se encontraba entre los diez más buscados del FBI, que ofrecía un millón de dólares por su cabeza. La acusación que pesa sobre este jefe operativo del cártel de los Beltrán Leyva es la responsabilidad de dar la orden de matar en Texas a Jesús Guerrero Chapa, abogado de uno de los líderes del cártel del Golfo.

El mexicano Alder Alfonso Marín Sotelo está acusado del asesinato del policía Ned Byrd la noche del 11 de agosto de 2022 a las afueras de Raleigh, la capital de Carolina del Norte. Con la complicidad de su hermano Arturo, que se encuentra preso, dispararon en cuatro ocasiones al oficial. Tres balas impactaron en la nuca y otra más en el tórax. Aunque ambos fueron detenidos, en 2023 se fugó de la prisión de Virginia y cruzó la frontera mexicana. Fue capturado en su ciudad natal cinco días después.

Luis Gerardo Méndez Estevane, alias 'El Tío', se enfrenta al cargo de pertenencia a organización criminal. Conocido miembro de 'Los Aztecas', un grupo originario de El Paso fundado por una pandilla de prisioneros en 1986 que ha crecido hasta extender sus tentáculos a nivel internacional. Es una de las bandas más violentas en Estados Unidos, donde se calcula que suma unos 3.000 integrantes.