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Salvador Arroyo
Miércoles, 10 de febrero 2021, 11:31
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, comparecía este miércoles en la Eurocámara para informar sobre la estrategia de vacunación en la UE. Hace una semana, reciente aún el conflicto con la farmacéutica AstraZeneca por los recortes en el ... suministro, y tocada por el traspié político (luego enmendado) de incluir drásticos controles aduaneros en la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte para evitar la exportación de sueros anticovid a Reino Unido, ya dio explicaciones a puerta cerrada a eurodiputados populares, socialistas, liberales y verdes. El mal trago lo pasó en esa ronda de reuniones. Aunque se le exigió ir más allá y rendir cuentas en un pleno. Es lo que ha hecho.
Asumiendo «errores que lamento profunfamente» (como el que puso en riesgo los acuerdos de paz en el Ulster). Pero también reconociendo que se habían disparado las expectativas con los ritmos de suministro de las farmacéuticas. «Hemos sido demasiado optimistas con la capacidad de producción y quizás estábamos demasiado seguros de que lo que habíamos encargado y pagado se nos iba a entregar a tiempo», admitía la alemana en el arranque del debate. Un problema que no circunscribió a la UE porque «globalmente hemos subestimado las dificultades que lleva la producción en masa», añadió.
AstraZeneca entregará finalmente a los Veintisiete 40 millones de dosis durante este primer trimestre aún cuando la comisión preveía una distribución de alrededor de cien millones. Hasta la fecha se han entregado 26 millones de dosis de los tres laboratorios (además de AstraZeneca, Pfizer-BionTec y Moderna) que han obtenido la autorización de la Agencia Europea del Medicamento (EMA). «Ya hay 17 millones de europeos vacunados, pero aún no estamos en el lugar que deseabamos». Sobre todo si se tiene en cuenta que la recomendación de Bruselas es que a finales del verano lo esté el 70% de la población adulta.
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Asi que reforzar la comunicación con la EMA sin «coger atajos en seguridad ni en eficacia» y reforzar el proceso de comunicación con las farmacéuticas para «detectar problemas y ayudar a resolverlos». Porque lo que está claro, defendió Von der Leyen, es que «la ciencia ha superado a la industria, en 10 meses se han conseguido vacunas que requerían entre cinco y diez años y la industria tienen que ponerse a su nivel» porque, añadió, «la UE ha invertido miles de millones de euros y necesitamos previsibilidad».
Pese a los tropiezos, los choques con las farmacéuticas, el tiempo que requiere la EMA para la validación de las distintas fórmulas… pese a todo eso, Von der Leyen defiende la compra conjunta de vacunas como la mejor decisión adoptada bajo su mandato porque «no quiero pensar en lo que hubiera sucedido. Sin ella los grandes países hubieran garantizado su propia distribución dejando al resto en la cuneta. Una insensatez que hubiera supuesto el fin de nuestra comunidad».
Von der Leyen anunció también en este pleno que la próxima semana la Comisión Europea lanzará un plan para preparar a la UE ante posibles nuevas mutaciones del patógeno con un grado de transmisibilidad mayor, apoyado en una mayor secuenciación y caracterización con intercambio de información más fluida entre laboratorios. «La batalla contra este virus es un maratón, no un sprint. Necesita previsión, resistencia y resistencia. Tenemos que anticiparnos y prepararnos inmediatamente», subrayó.
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