Alemania acoge a casi 3,5 millones de refugiados, una cifra récord

«No es más que el 4% de la población del país», subrayó la portavoz para refugiados del opositor grupo parlamentario La Izquierda en el Bundestag, Clara Bünger, quien criticó el debate que se ha desatado en territorio germano sobre la migración ilegal y las medidas para combatirla. Pese a lo bajo de la cifra, «políticos del tripartito gobernante, cristianodemócratas y Alternativa para Alemania quieren convencer a la gente de que esa pequeña minoría es la responsable de todos sus problemas. Esa es una sandez peligrosa, que solo refuerza a la extrema derecha», afirmó.

La cifra de 3,48 millones de personas comprende a todas aquellas que han buscado refugio en Alemania por motivos humanitarios, con independencia de su estatus actual, da igual que hayan sido reconocidos como asilados, se encuentren en trámites para obtenerlo o hayan sido rechazados, aunque su presencia sea tolerada o estén pendientes de expulsión. Hasta 1,18 millones de ellos son ucranianos, a los que Alemania concede automáticamente asilo político en el momento en el que se registran, perciben subsidios y cuentan con permiso de trabajo.

La información aportada por el Registro Central de Extranjería germano destaca que debido a las expulsiones y el retorno voluntario a sus países de origen de los interesados, la cifra de personas acogidas en Alemania se encuentra en retroceso. A mediados de este año se contabilizaban 226.882 extranjeros con orden de abandonar el país, 15.760 menos que a finales de 2023. Sin embargo, un 80% de ellos son tolerados y no se fuerza su expulsión, debido a que la situación en su lugar de procedencia no permite la deportación.

El tono del debate sobre la migración ilegal en Alemania se ha endurecido tras el atentado presuntamente islamista en la localidad de Solingen, donde un hombre de origen sirio mató a puñaladas a tres personas. Desde entonces numerosos políticos de todos los colores han declarado prioritario tomar medidas para frenar al máximo la entrada irregular de ciudadanos extranjeros. Por ello, y desde el 16 de septiembre, el país ha declarado en suspenso el Tratado de Schengen de la UE para la libre circulación de personas y ha establecido controles permanentes en todas sus fronteras exteriores terrestres.

Miembros del Gobierno tripartito que dirige el canciller federal, el socialdemócrata (SPD) Olaf Scholz, pero también de la oposición conservadora, presionan para que las medidas adoptadas por la Unión Europea para la reforma de la política de asilo se apliquen en Alemania lo antes posible. Dirk Wiese, vicepresidente del grupo parlamentario del SPD, calificó de «auténtico hito» esa reforma para una mejor protección de las fronteras exteriores de la UE y una efectiva limitación de la migración irregular hacia Alemania, pero recordó que hasta mediados de 2026 no será efectiva su aplicación total por todos los países miembros.