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La denominada Legión de la Libertad de Rusia, un grupo partisano ruso surgido en 2022 que lucha junto con el ejército ucraniano y manifiesta tener el objetivo de derrocar al presidente, Vladímir Putin, reivindicó este domingo una acción contra fuerzas del Kremlin en la frontera ... entre Ucrania y la región rusa de Bélgorod, una zona que han atacado esporádicamente en los últimos meses.
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Esta unidad, considerada «terrorista» en Rusia, sostiene haber librado combates cerca de la localidad de Terébreno, en la región de Bélgorod, a escasos kilómetros de la frontera, y haber destruido un pelotón del ejército ruso durante los enfrentamientos y minado después la zona en su retirada. Según el grupo armado, «las unidades de asalto de la Legión completaron todas las tareas asignadas y regresaron con éxito al territorio de Ucrania». Poco antes, la Dirección General de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano informó que el ataque fue llevado a cabo por «opositores al régimen del Kremlin».
El gobernador local, Viacheslav Gladkov, fue el primero en reconocer este choque armado al señalar que «hay un tiroteo en las afueras de Terébreno». Aseguró a través de su canal de Telegram que no hubo muertos entre la población civil, pero varios edificios resultaron dañados así como también el cableado eléctrico. Gladkov también denunció el sábado bombardeos de artillería y de drones desde el lado ucraniano contra un total de 19 aldeas fronterizas.
Por otro lado, el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) anunció este fin de semana haber hallado micrófonos ocultos en las oficinas del comandante en jefe del ejército ucraniano, Valeri Zaluzhni, aunque, según la nota, «los dispositivos de escucha no estaban operativos ni contaban con sistemas de almacenamiento de la información ni de medios para transmitir las grabaciones de audio de forma remota». Se precisa que tal hallazgo no fue en el despacho de Zaluzhni, sino en dependencias contiguas en donde él solía estar y que lo sucedido se debe a «fallos en el sistema de vigilancia» de la oficina del mando central.
Según el SBU, se ha abierto una causa penal para esclarecer cómo fueron colocados los micrófonos y por quién. La exviceministra de Defensa, Anna Maliar, a través de su cuenta de Telegram, ha afirmado que situaciones similares se han dado ya en el pasado. «Se filtró información militar secreta desde el mando central y ahora estas informaciones clasificadas han vuelto a ser otra vez del dominio público», lamentó.
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