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Herederos del esclavismo
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Británicos con ancestros esclavistas se agrupan para responder en el Reino Unido a los planes de reparación que promueven los países caribeñosAlex Renton despliega en la mesa hojas del inventario de bienes que un juez de Tobago anotó tras el fallecimiento de un remoto tío suyo, a finales del siglo XVIII. Las encontró hace seis años en el sótano de la casa ancestral de los Fergusson ... donde viven ahora sus primos, en Ayrshire, una bella región del oeste de Escocia. Su abuelo materno, gestor del archivo histórico del país, solía ordenar allí los papeles de la familia.
Entretenido en la pesquisa de aquella bodega en la que entraban palomas, a Renton le sorprendió la abundancia de papeles con referencias a Tobago y a Jamaica. El inventario anotaba la cantidad de mostaza o de botellas de vino de Oporto que había en la casa del fallecido, la cubertería, la ropa, la tetera, los terrenos y edificios de su hacienda, y una larga lista de esclavos. Nadie le había dicho nada de eso antes.
Los esclavos constan con nombres ingleses y su precio. Arthur, por ejemplo, figura con un coste de 63 libras, el de un coche caro. La enfermera Peggy está valorada en 90. Entre los niños, Billy se compra por 25, y Colin, por 8. El precio de dos mulas, 40 libras. Cuando comenzó el debate sobre la abolición del comercio de esclavos, fue un Fergusson, Sir Adam, miembro del Parlamento, el que ordenó al gerente de su plantación que comprase más niñas, con el fin de producir esclavos propios.
Alex Renton investigó la historia de su familia y del negocio del esclavismo. Sus allegados habían dado soldados del Imperio, parientes vinculados de la Ilustración Escocesa, con buena educación. «Comprendí que no eran muy diferentes de mí, que pertenecían al mismo universo moral», afirma el descendiente.
Renton es hijo de un político conservador, ya fallecido, que fue un colaborador estrecho de Margaret Thatcher, aunque de distinto talante. Estudió en los prestigiosos colegios privados reservados a las clases más altas: en Ashdown, donde denunció abusos sexuales, y en el célebre Eton. Ha publicado libros sobre esas élites británicas y la política de los alimentos, y ha ejercido con reconocimiento en varias facetas del periodismo.
La investigación sobre su familia le llevó a publicar 'Blood Legacy' -'Legado de Sangre'-, una narración conmovedora de las condiciones de vida de los esclavos. En ella explora el efecto que tuvo el esclavismo en el Caribe y en África y descubre que un pequeño porcentaje de ADN le ha desvelado que también es heredero de una esclava africana.
Alex Renton se ha convertido en uno de los miembros de 'Heirs of Slavery' -'Herederos del esclavismo'-, un colectivo que agrupa a miembros de familias vinculadas a las plantaciones en el Caribe, económicamente prósperas por la compra de esclavos en el oeste de África. Su propósito es participar en el movimiento activista que ha crecido en los últimos años en torno a las reparaciones históricas.
El actual conde de Harewood, primo segundo del rey Carlos III. fue uno de los promotores del grupo. En una entrevista televisiva en Canal 5 explicó su perspectiva. «No creo que sentirse culpable de algo en lo que no has participado sea una emoción provechosa», dijo. «Creo que debes aceptar la responsabilidad de tus acciones. Mi sentimiento es que debo responder a esos hechos. No puedo hacer nada para cambiar el pasado, pero puedo ser activo en el presente. Intentar, de una manera modesta, que ese legado sea hoy una fuerza para el bien».
Los Lascelles, muy próximos a la familia real, han sido pioneros en el reconocimiento de que su extraordinaria mansión de Harewood, ubicada en la comarca de Yorkshire, es fruto de un próspero negocio de azúcar, algodón, ron y tabaco en varias islas del Caribe. Y también forman parte del movimiento que responde en el Reino Unido a los planes de reparación que promueven los países caribeños. La base de datos pública creada por Catherine Hall, 'Legacies of British Slavery' -'Legados del esclavismo británico'-, ha servido para identificar las historias familiares.
La Iglesia británica ha creado un fondo para programas de reparación por su papel histórico y el propio Banco de Inglaterra ha emitido un comunicado en el que afirma que el esclavismo fue «una parte inaceptable de la historia británica» y ha prometido eliminar las imágenes de gobernadores y directivos de la entidad que participaron en ese negocio. Carlos III, por su parte, patrocina una investigación sobre el rol de la Corona.
Los 'Herederos del Esclavismo' han instado al Gobierno a que se disculpe por la esclavitud, pero sucesivos primeros ministros lo han rechazado. El grupo no distribuye fondos, aunque de manera individual, como en el caso de Alex Renton con los ingresos por la venta de su libro y otras donaciones de su familia, se patrocinan algunos proyectos promovidos por las comunidades del Caribe.
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