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Israel repite en el sur de Gaza la estrategia empleada en las primeras semanas de guerra en el norte de la Franja y, después de haber intensificado sus bombardeos tras el fin de la tregua, confirmó este domingo que había iniciado su operación terrestre a ... gran escala sobre esa zona. Los aviones lanzaron a primera hora panfletos para instar a la población a que evacuara Yan Yunis, una ciudad que se había convertido en refugio para cientos de miles de gazatíes que huyeron del norte. Los desplazados tienen de nuevo que volver a moverse hacia Rafah para escapar de unos bombardeos brutales que dejaron 700 muertos en las últimas 24 horas, según el Ministerio de Salud palestino. La cifra de fallecidos desde el 7 de octubre supera ya los 15.000 y la mayoría son mujeres y niños.
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El ejército expande sus operaciones al sur pero no se olvida del norte, donde se registraron duros bombardeos y combates en el campo de refugiados de Yabalia y en barrios de Ciudad de Gaza como Zeitoun y Shajaiya. El brazo armado de Hamás combate por sectores y en estos tres puntos cuenta con algunas de sus brigadas más preparadas, que resisten la invasión terrestre de un ejército infinitamente superior.
Las fuerzas armadas israelíes dijeron que habían alcanzado las 10.000 operaciones aéreas. 10.000 ataques de aviación contra un enemigo que no cuenta con defensa antiaérea de ningún tipo y que han causado un daño sin precedentes a las infraestructuras y viviendas de la Franja. El ejército de Israel también han hecho balance de los túneles descubiertos y elevaron la cifra a 800, de los que 500 ya han sido destruidos. Estos túneles son una de las armas clave para las diferentes milicias palestinas.
«Queridos residentes de Gaza, obedecer las instrucciones de evacuación es la forma más segura de preservar su seguridad, sus vidas y las vidas de sus familias», escribió el ejército israelí en cuentas en árabe en Facebook y la red social X a las que subió un mapa con cada vez más zonas declaradas inseguras. En unas pocas horas, los 19 lugares considerados peligrosos aumentaron a 34 y se disparó la incertidumbre entre unos civiles aterrorizados que no saben ya donde ir y se hacinan en una cuarta parte de Gaza sin comida, agua, ni servicios médicos.
Un terror que comparten organizaciones internacionales como Medical Aid for Palestinians, cuya directora, Melanie Ward, compartió en su perfil de X que «el miedo, el pánico y la confusión que causan estos mapas a los civiles en Gaza, incluido mi propio personal (…) La gente no puede correr de un lugar a otro para intentar escapar de las bombas de Israel». Yan Yunis se había convertido en uno de los centros de operaciones para las organizaciones que abandonaron el norte.
Preocupa el alto número de civiles muertos a consecuencia de los duros bombardeos, aunque desde la Casa Blanca insistieron en que Israel «hace el esfuerzo» de proteger a los civiles. El portavoz del Consejo Nacional de Seguridad de EE UU, John Kirby, dijo que «no hay muchos ejércitos modernos que harían eso... telegrafiar sus golpes de esta manera. Por eso están haciendo un esfuerzo». Pero uno de esos golpes fue contra la Escuela de la Sagrada Familia en la ciudad de Gaza, que pertenece a la Iglesia Católica y que alberga a cientos de desplazados internos que fueron bombardeados ayer, primer domingo de Adviento.
Las familias de los rehenes israelíes que permanecen cautivos en Gaza esperan a sus seres queridos, pero saben que se han roto las negociaciones entre Israel y Hamás. Benjamín Netanyahu fue claro sobre estas negociaciones y dijo que «ahora hablamos con fuego». El primer ministro señaló que «nuestro compromiso es tanto con el sur como con el norte de Gaza. Nuestra decisión calculada fue una disuasión proactiva en el norte y derrotar a Hamás en el sur; de lo contrario, es posible que no hubiésemos logrado ninguna de las dos cosas. No renunciamos a nada».
El ejército piensa que los dirigentes de Hamás se han refugiado en el sur y van en busca de las cabezas de Yahya Sinwar y Mohamed Deif, aunque el director del Shin Bet, el servicio de inteligencia interior de Israel, Ronen Bar, dijo que ellos asesinarán a los responsables del grupo islamista, considerado terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, en Catar y Turquía.
Las armas hablan y por ahora se ha cerrado la puerta a nuevos intercambios de presos y rehenes. En la noche del sábado Jerusalén y Tel Aviv vivieron movilizaciones en las que tomaron parte las familias de los cautivos y exigieron una reunión con el gabinete de guerra que lidera Netanyahu. Gideon Levy, periodista del diario 'Haaretz', fue rotundo en su columna de opinión y lamentó que «Israel ha dado la espalda a sus rehenes a cambio de destrozar Gaza».
La Franja, cada día más castigada, vuelve a la situación anterior a la tregua, la ayuda entra con cuentagotas por el paso de Rafah y solo pueden salir palestinos con doble nacionalidad y algunos heridos para ser tratados en hospitales egipcios.
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