100.000 bajas laborales en las escuelas italianas amenazan la 'vuelta al cole'

«El número de estudiantes positivos en algunas escuelas llega ya a los centenares, por lo que es casi imposible cumplir con los procedimientos previstos», señaló Giannelli, advirtiendo de que habrá que echar mano de manera masiva de las clases a través de Internet. El último decreto gubernamental prevé que haya que recurrir a ellas cuando haya al menos tres positivos por grupo. También los sindicatos de trabajadores del sector educativo han exigido al Gobierno que se olvide de una 'vuelta al cole' habitual. «Es un caos completo. Pedimos un retraso de al menos dos semanas para tener las ideas claras de cuál es la situación actual. Nuestra preocupación es sobre todo por los alumnos», señaló Elvira Serafini, del sindicato Snals, que denunció que no se ha hecho nada para garantizar que se retoma con seguridad el curso escolar tras la Navidad.

El caos al que se refiere la sindicalista parece garantizado por la grave falta de profesores y personal no docente que deja esta nueva ola de la pandemia y que tiene en los más pequeños a uno de las grupos de población con mayor porcentaje de contagios. Aunque Italia empezó a vacunar a los niños de entre 5 y 12 años desde el 16 de diciembre, hasta ahora solo han recibido la primera inyección un 14% de los 3,6 millones de críos de esa franja de edad. Precisamente la lenta marcha de la campaña de inmunización entre los más pequeños es uno de los argumentos esgrimidos por diversas regiones en su exigencia al Gobierno central para que posponga la vuelta a las aulas de manera presencial.

«Hemos pedido en vano que se retrase la reapertura para tener tiempo para completar la vacunación de los estudiantes, en particular de los más pequeños, pero el Gobierno ha sido inflexible en este punto», denunció Michele Emiliano, presidente regional de Apulia, en el sureste del país. Otros presidentes regionales, como los de Campania y Sicilia, amenazan incluso con hacer oídos sordos a la decisión del Ejecutivo y retrasar por su cuenta el regreso a las aulas.