Omoda retrasa hasta 2025 su producción de vehículos en España

A día de hoy, el grupo cuenta con unos aranceles del 38% (más el 10% que se aplicaba hasta mediados de este año) a la importación de vehículos, aunque todavía se sigue negociando entre Bruselas y Pekín para tratar de rebajar las fricciones comerciales. Estas trabas han obligado a los fabricantes de automóviles europeos y chinos a reexaminar sus planes de desembarco y venta de sus vehículos en la región.

A pesar de los retrasos en traer a España la producción de la gama eléctrica del Omoda 5, la fábrica de Ebro en la Zona Franca de la Ciudad Condal pretende iniciar sus actividades el próximo 18 de noviembre.

En unas semanas, la marca comercial española Ebro tiene previsto iniciar su fabricación en la misma planta de la Zona Franca de Barcelona de los modelos S700 y S800, que contarán, cada uno, con dos versiones, una de gasolina y otra híbrida enchufable. Asimismo, durante la primera parte del año, el grupo automovilístico empezará a producir el modelo S400 y a finales de 2025 quiere tener lista una versión de este de «tamaño reducido».

La fábrica contará en un primer momento con una línea de ensamblaje directo en la planta de la Ciudad Condal para «reindustrializar la zona cuanto antes» a fin de terminar de fabricar en España vehículos preensamblados importados desde China. En paralelo, el consejero delegado de Ebro, Pedro Calef, aseguraba la semana pasada que que trabajan en la creación de una línea completa de producción de vehículos.

Dentro de los planes el grupo se contempla la producción de hasta 150.000 vehículos en España para 2029 y contratar a 1.250 trabajadores que fueron despedidos como parte del cierre de la fábrica de Nissan hace cuatro años, aunque en estos momentos existen fricciones con los sindicatos por el número de puestos de trabajo que tendrán contratos a jornada completa.

Aun aplicando los aranceles, algunos fabricantes chinos advierten que mantendrán los precios de sus vehículos, por el momento, en detrimento de su cadena de valor ya que «existe un coste adicional que habrá que absorber», tal y como puntualizan fuentes del sector a Europa Press.

BYD y Omoda/Jaecoo (Chery) no trasladarán el incremento de costes al precio final ya que, según dicen, no pueden permitir «que algunas decisiones afecten al cliente final» ya que el objetivo es favorecer «la adquisición de coches».