Asturias ralentiza su actividad mientras los contagios por coronavirus se disparan

Los números de ayer no dieron respiro alguno: 188 nuevos contagios y tres fallecimientos. Estos malos datos se unen a los de la jornada anterior en la que las cifras ya eran muy preocupantes: 183 casos y cuatro muertos.

l recrudecimiento de la pandemia llevó al Gobierno regional a recomendar que se limite la actividad social y la movilidad al máximo. Muchos lo han comenzado a hacer. Los primeros desayunos en cafeterías durante la nueva fase han sido menos. Los que se encuentran al otro lado de la barra, «lo sospechaban». Son momentos de un café rápido camino al trabajo, o una escapada a media mañana para retornar a la labor del día. Y claro, la barra para esto «es la opción más frecuente y elegida».

El miedo planea sobre buena parte de la población, especialmente entre la gente mayor que, aseguran los profesionales de este gremio: «han dejado de salir o lo hacen con menos frecuencia, otros». La covid avanza en una comunidad que pudo presumir de estar a la cola en contagios, con casi un mes sin positivos a lo largo del mes de julio, modelo para muchos lugares del país. Pero aquellos tiempos de bonanza han desaparecido. Los brotes se han acercado a empresas, centros docentes, hospitales y geriátricos. Y no cesan.

El objetivo, lo dijo el Presidente del Principado, es que la tasa de incidencia baje y se contenga notablemente. Los cien casos por cien mil habitantes son la meta momentánea; parece complicado en estos momentos en los que se roza casi el doble (186 contagios por cien mil es la actual tasa media en Asturias).

Muchas empresas han optado por volver al teletrabajo o seguir en él, lo que se traduce en una disminución de la movilidad que se observa en el transporte desde las principales ciudades de la región. Estudiantes y trabajadores, fundamentalmente, utilizan trenes y autobuses para sus desplazamientos diarios.

La petición del Gobierno regional de que se impida que haya pasajeros que viajen de pie fue una de las conversaciones más extendida ayer entre los usuarios. La preocupación se centra, no obstante, en las aglomeraciones en los andenes en las horas puntas.

Según en qué ciudades, las reacciones son diferentes, pero todos comparten un punto común: incertidumbre. Desde el inicio de la pandemia se ha reducido de forma considerable el flujo de pasajeros. «Sigue siendo muy inferior a la tasa de antes de que el coronavirus irrumpiera», insisten desde Renfe.

La consejera de Derechos Sociales del Principado, Melania Álvarez, recordó, por su parte, que «la sociedad se enfrenta a una pandemia «compleja y virulenta. No se pide nada complicado», dijo. E insistió en la idea: «hay que reducir la vida social, los abrazos, las muestras de cariño, la parte más lúdica de la vida. Se hace duro, pero de lo que hagamos hoy depende nuestro futuro, el de padres y madres y amigos».