Asturias vuelve a la fase 2 y pide a la población autoconfinarse

Es decir, entra Asturias en una fase 2 en la que se ponen en marcha algunas limitaciones (prohibido la venta de alcohol en los comercios más allá de las 22 horas, imposibilidad de utilizar la barra en los locales de hostelería y limite de seis personas compartiendo mesa, recorte de aforo en los comercios y máximo control de entradas y salidas en geriátricos, además de límites de presencia en velatorios), se multiplican las recomendaciones (volver al teletrabajo, a las clases telemáticas en la Universidad, salir solo para lo imprescindible, limitar los contactos a burbujas sociales de seis personas y aplazar bodas y comuniones) y en la que se hace una petición clara a la población: «Que se autoconfine».

Así lo anunció ayer el presidente del Gobierno asturiano, el socialista Adrián Barbón, en una comparencia extraordinaria en la que estuvo acompañado por el consejero de Salud, Pablo Fernández, y el director general de Salud Pública, Rafael Cofiño. En su discurso, el jefe del Ejecutivo autonómico advirtió que esta vuelta al pasado se prolongará al menos durante quince días y no es más que «un cortafuegos» para evitar que Asturias pase de los 200 casos de covid por 100.000 habitantes. Está hoy en los 186, muy por debajo de la media nacional, que se sitúa en los 265.

Sin embargo, para el presidente del Principado esa tasa de incidencia «no es buena», sobre todo por la progresión al alza de las últimas semanas. Ayer mismo se registraron cuatro fallecimientos, mientras 137 personas están hospitalizadas y 25 están en la UVI por covid.

Aunque el consejero de Salud, Pablo Fernández, señaló que esas cifras suponen una tasa del 6,27% y del 9,77% de la capacidad de camas, «muy por debajo de la media nacional, que está en el 9,8 y en el 18,7%, respectivamente» o de comunidades como «Madrid, con un 20% de camas de hospital ocupadas» o Melilla, «con un 40% de camas UCI», el jefe del Ejecutivo autonómico dejó claro que, de no cambiar la evolución en los próximos días, «no nos temblará el pulso, como no lo ha hecho hasta ahora».

Estas medidas convivirán con la declaración de alerta naranja en los municipios en los que actualmente está habilitada, «porque se ha demostrado su eficacia». Barbón recordó que «todo se trata de un esfuerzo de responsabilidad de cada uno de nosotros» y mostró su total confianza «en que volveremos a lograr» que Asturias sea, como fue durante los últimos meses, la región con menor incidencia covid «y la que estuvo 25 días libre de casos».

No obstante, también apuntó que, además de la confianza, la declaración de vuelta a la fase 2 de Asturias «implica obligaciones». Porque, si bien el director general de Salud Pública dejó claro que quienes incumplan las nuevas normas fijadas «las sanciones están previstas en la Ley de Salud Pública», el jefe del Ejecutivo autonómico precisó que «en el Código Penal existe el delito contra la salud pública. Se puede ser sancionado desde la perspectiva del Derecho Penal».

En esa línea, puso como ejemplo que «si se detecta que una persona con covid incumple sistemáticamente la norma y tiene un efecto de contagio sobre otras personas, puede incurrir en un delito contra la Salud Pública».

En su opinión, parte de la culpa de esta segunda ola de contagios que está viviendo Asturias, como España y el resto de Europa, «ha sido el error que hemos cometido, y me lo aplico, todos los políticos, al hablar de 'nueva normalidad'». Adrián Barbón resaltó que «no habrá normalidad mientras no exista la vacuna. Está claro, lo vemos en toda Europa, que esa apelación a la 'nueva normalidad' ha hecho incurrir a muchos ciudadanos en el error de pensar que habíamos vuelto a la normalidad».

Durante su comparecencia, también quiso hacer suyas las palabras de la presidenta de Navarra, María Chivite. «No estamos dispuestos a asumir que tienen que enfermar o morir algunos para que el resto tengamos una vida normal». Para el presidente asturiano, «esa reflexión me parece fundamental», explicó, porque «da en la diana del debate político que hay entre quienes defendemos que sin salud no hay economía y quienes apuestan por la inmunidad del rebaño».

Aunque Madrid no fue citada directamente, el guerra abierta entre el Ejecutivo autonómico de la capital, en manos del PP, y el Gobierno central, en manos de la coalición PSOE-Podemos, estuvo presente en muchos momentos de la comparencia.

Tras la cita de 'la inmunidad del rebaño' realizada por Barbón, llegó el comentario del consejero de Salud: «Asturias está en total coordinación con el Ministerio de Sanidad a la hora de tomar medidas, como lo están el resto de comunidades autónomas. O casi todas».

Defendió Pablo Fernández las reuniones del Consejo Interterritorial, «ya que hubo, en otros gobiernos, años en los que ese consejo solo se reunió una vez o ninguna. Ahora, estamos en una media de una reunión semanal, pero llegamos a tener hasta tres».

Como reuniones también tiene el Gobierno regional «con la Delegación del Gobierno y con la Federación Asturiana de Concejos», para regular y coordinar «la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de la Policía Local». Ayer mismo, antes de la comparencia, Barbón mantuvo uno de estos encuentros, para poner sobre la mesa las medidas de control ante la vuelta de Asturias a la fase 2

Una coordinación que el Gobierno regional también ha mantenido con la Universidad de Oviedo. Aunque el director general de Salud Pública resaltó que la propuesta de «teletrabajo y clases telemáticas» es «solo una recomendación, lo cierto es que la Universidad y dio ya un paso: la EPI vuelve a clases 'online' mañana.