Casado nacionaliza el 4-M y afirma que el reto es «sanchismo o libertad»

Pablo Casado ha ligado su destino a Isabel Díaz Ayuso y al resultado que arrojen las urnas el 4 de mayo. Se juega mucho y no ha dudado en volcarse en la contienda madrileña, que se ha convertido en un pulso entre la presidenta regional y Sánchez, el candidato Ángel Gabilondo es casi una figura de atrezo. Casado criticó al jefe del Ejecutivo que haya decidido «ser el candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid», pero ya que ese es el escenario la encrucijada de los votantes está en elegir entre «sanchismo o libertad». «Cuando tu ves que hay una comunidad como Madrid en lo que está en juego es la capacidad del individuo para ser libre y que dependen de que no haya un Gobierno que ponga palos en las ruedas, es cuando hay una dicotomía entre el sanchismo y la libertad», aseveró este sábado durante su intervención en la apertura del congreso nacional de Nuevas Generaciones.

El presidente del PP cree que si Sánchez y Pablo Iglesias han bajado a la arena electoral en Madrid es porque «muy mal» lo tienen que ver para sus partidos. Todas las encuestas para el 4-M dan como ganadora a Díaz Ayuso, pero la resolución final estará en pequeños detalles. En concreto, en la decisión que tomen unos 100.000 votantes de Vox y Ciudadanos, según un estudio de NC Report para 'La Razón'.

Si la presidenta madrileña consigue rascar los apoyos del partido de Santiago Abascal y de Inés Arrimadas no tendrá ningún problema para seguir los pasos de Alberto Núñez Feijóo en Galicia y gobernar con mayoría absoluta. Pero si se diera la carambola de que no pudiera gobernar por incomparecencia de los otros partidos de la derecha, Díaz Ayuso podría morir de éxito y quedar relegada a la oposición habiendo ganado las elecciones.

El último estudio electoral del CIS deja a Ciudadanos fuera de la Asamblea madrileña y otorga a Vox solo el 5,4%, rozando el listón y muy lejos del 8,8% que obtuvo en las autonómicas de 2019. Aún está por ver si los altercados violentos del pasado miércoles en Vallecas dan alas a los de Abascal en los sondeos o, por el contrario, movilizan al electorado de izquierda para evitar que la ultraderecha gane fuelle.

Consciente de que necesita arañar hasta la última papeleta, Díaz Ayuso se lanzó este sábado a por el voto de los 110.000 jóvenes que se estrenarán como votantes el 4 de mayo. Les pidió que no se dejen «engañar» por la izquierda «guerracivilista» porque si Madrid es tan «inhumano, machista, borracho y racista» como dicen, «¿por qué aquí vienen trabajadores, empresas, estudiantes, turistas, refugiados y gente de toda España y del resto del mundo?».

La presidenta regional arremetió contra Sánchez por haber hecho de la mentira «una forma de hacer política» y criticó el cambio del PSOE desde su alianza con Unidas Podemos, que «lo han extremado tanto en sus políticas que lo han dejado irreconocible».

Pese a que el viento sopla a su favor, en el PP insisten en que «no se puede dar el partido por ganado» y si los electores de centroderecha no salen a votar, «al final el que puede ganar es Iglesias». Los cálculos entre los partidos de izquierdas para lograr un cambio de Gobierno en Madrid es que la participación supere el 70%, un listón que a tenor de lo que apuntan los sondeos parece asequible.

La candidata del PP confía en que su tirón sirva para despejar el camino de Casado hacia la Moncloa. «A partir del 5 de mayo –le dijo al líder de su partido– es tu turno».