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Alberto Núñez Feijóo ha decidido jugar fuerte y postular a su número dos, Cuca Gamarra, para presidir la Mesa del Congreso que se elige este jueves en la sesión constituyente. La que fuera su portavoz parlamentaria durante la última legislatura se medirá a la diputada ... socialista y expresidenta de Baleares, Francina Armengol, en una votación que a estas horas todavía está en el aire. El PP cree que tiene bastantes posibilidades de ganarle al PSOE este primer pulso porque Junts, el partido del prófugo Carles Puigdemont, no termina de deshojar la margarita y puede romper la baraja.
Un giro que, de producirse, convertiría el voto de Coalición Canaria en determinante y que dejaría en manos del PP el control de la Mesa poniendo un palo en la rueda a un hipotético Gobierno de Pedro Sánchez. Eso es lo que al menos creen en la dirección nacional. «¿Con quién gobiernan en coalición?», señalan las fuentes consultadas convencidos de que suman el sí de los nacionalistas canarios. Así se lo habría trasladado, además, el propio líder gallego a sus diputados y senadores a los que reunió ayer en la Cámara baja. «Tenemos 172 votos a favor», les dijo.
El nombre de Gamarra recorrió los pasillos del Congreso durante toda la mañana sin que Génova ni el entorno de Feijóo quisieran confirmar la elección. «Todo puede cambiar», insistían las fuentes consultadas. Ni siquiera el presidente del PPavanzó el nombre al resto de miembros del comité de dirección con los que se reunió antes de presentar sus credenciales en el palacio de la Carrera de San Jerónimo. «No nos ha dicho nada», admitía uno de los dirigentes presentes.
Los populares reconocían que era «muy difícil» que el PNV acabase entrando en la ecuación pero tampoco tiraban la toalla. Sobre la mesa está ofrecer un puesto a los nacionalistas vascos en el órgano de dirección de la Cámara para ejercer de «bisagra» a izquierda y a derecha, sin que, por el momento, haya surtido efecto. Pero, después de que Puigdemont sacase la corneta desde Waterloo exigiendo a Pedro Sánchez «hechos comprobables antes de comprometer ningún voto», Feijóo decidió mover ficha y situar a Gamarra en la pelea por convertirse en la tercera autoridad del Estado por detrás del Rey y del presidente del Gobierno. Justificó su elección por «su formación y su experiencia» y por el gran conocimiento del reglamento en el Congerso, en un momento en que la presencia de los partidos soberanistas podría hacer necesario una figura que tenga los resortes para oponerse o controlar sus deseos.
A Gamarra le acompañarían en la Mesa en el caso de ganar hoy la votación, Marta González, José Antonio Bermúdez de Castro, Guillermo Mariscal y Carmen Navarro. Sale de este órgano Ana Pastor, quien llegó a ser presidenta de Congreso y ahora era vicepresidenta segunda. Para el Senado, donde el PP tiene mayoría absoluta, el elegido es el vicesecretario de Política Territorial, Pedro Rollán. Junto a él estarán el actual portavoz de la Cámara, Javier Maroto, Eva Ortiz y Marimar Blanco.
Ante sus senadores y diputados, Feijóo reivindicó su triunfo electoral el pasado 23 de julio, el mejor resultado de los últimos doce años para el PP y superando el resultado que ha sacado nunca Sánchez. Reconoció también que hay un «riesgo de bloqueo real», como también hay un «riesgo de tener un Gobierno más débil y más dividido» que la anterior legislatura, que deriva, explicó, de la necesidad de tener un Ejecutivo que exige tener el apoyo de unos partidos cuyo objetivo es «debilitar al país o romperlo».
El líder del PP parece, con este mensaje, que tiene asumido que no podrá formar Gobierno, pero, pese a ello, aseguró que si Felipe VI se lo encarga aceptará el reto, y que está trabajando, como lo ha hecho desde la noche del 23-J, para conformar una mayoría que permita la formación de un Gobierno estable, que no someta al país «a un desgaste institucional» ni a una «parálisis» legislativa y que sea capaz de conseguir «acuerdos amplios». España, remarcó, «merece un Ejecutivo con una mayoría constitucional muy amplia y puede tenerla».
Contra los que dicen que está presionando al Rey para que le proponga como candidato a la investidura, aseguró no tener duda en que «el jefe del Estado actuará como ha hecho siempre, solo al servicio de España y cumpliendo con sus obligaciones constitucionales». Si llega finalmente ese encargó la intención de Feijóo es dar el paso cuanto antes para poner así el reloj en marcha y acortar el tiempo de negociación del PSOE con las fuerzas independentistas. Aunque para ello necesita hacerse primero con el control de la Mesa del Congreso, encargada de manejar los tiempos parlamentarios.
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