Secciones
Servicios
Destacamos
El espacio político situado a la izquierda del PSOE se encuentra ante las semanas que decidirán su futuro. A falta de pocos días para que la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ponga fin a su proceso de escucha y confirme su candidatura a liderar un «frente ... amplio», Podemos presiona para que la líder gallega firme un acuerdo de coalición de igual a igual entre su formación y Sumar. Si esto no sucede, amagan con plantarla y no acudir al gran acto que prepara en Madrid y al que están invitados representantes de los morados, Izquierda Unida, los comunes, Compromís, Más País y hasta una quincena de formaciones interesadas en participar en una plataforma común. La oferta de los de Ione Belarra parte, además, de dos premisas: que se celebren primarias abiertas y que Díaz les apoye en la campaña de las autonómicas y municipales
Si lo primero es complejo, este último requisito tiene difícil encaje, ya que azuzaría recelos que podrían acabar por dividir al espacio morado. Sobre todo porque Podemos se enfrentará en algunas plazas clave como Valencia o Madrid a formaciones llamadas a formar parte de la futura coalición como Compromís o Más Madrid. Un duelo en el que la vicepresidenta no quiere tomar parte –aún no ha respondido a la formación de Belarra ni le ha trasladado información sobre el acto en Madrid–, en la antesala del desembarco de Sumar en la política nacional.
Díaz, que ha pasado de puntillas por la crisis del 'solo sí es sí' o en el envío de tanques a Ucrania, ya confirmó hace meses que no participaría con su marca en las elecciones del 28-M. También adelantó que su presencia en campaña se iba a limitar a brindar su apoyo en actos de Ada Colau para que los comunes revaliden el Ayuntamiento de Barcelona, donde Podemos no compite. La decisión molestó profundamente a la dirección morada, que quería tener «cerrada» la coalición a estas alturas por «temor» a una eventual decisión de Pedro Sánchez de romper el Gobierno. «Si Podemos se estrella en las elecciones, el resultado también le afectará directamente a ella», señalan fuentes de la dirección del partido.
Noticias Relacionadas
Javier Arias Lomo
La lista de agravios que esgrime Podemos se remonta a la ausencia de Belarra e Irene Montero en el acto 'Otras Políticas', organizado por Díaz en Valencia en el otoño de 2021 y en el que sí estuvieron invitadas Mónica Oltra (Compromís), Mónica García (Más Madrid), Fatima Hamed Hossain (Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía) y la alcaldesa de Barcelona. En noviembre, el exvicepresidente Pablo Iglesias pidió «respeto» en este proceso para los suyos durante la 'Uni de otoño' del partido, marcada por los mensajes sobre el «papel relevante» que reivindica Podemos en la futura coalición.
A esto se le suma el enrarecido ambiente entre los partidos que conforman el espacio morado. Los de Belarra ya solo hablan en nombre de Podemos cuando anuncian medidas o el sentido de su voto en el Congreso. La decisión de votar en contra de la propuesta del PSOE para reformar el 'solo sí es sí' la consensuaron con IU y En Comú, pero la reacción de Podemos contra su socio de Gobierno superó con creces el tono del resto de sus compañeros de Unidas Podemos. Solo el portavoz en el Congreso, Pablo Echenique, mantiene el protocolo de no aceptar preguntas que solo afecten al partido al que pertenece: «Solo hablo en nombre de mi grupo parlamentario, no en el de Podemos».
La caída en desgracia de la derogación de la 'ley mordaza' también ha provocado diferencias internas. Mientras Echenique cargaba las culpas contra el PSOE, el resto de fuerzas que componen la coalición morada ponía el foco en EH Bildu y Esquerra, los que en definitiva habían votado en contra de un acuerdo respaldado por ambos socios del Gobierno. Incluso el diputado de IU Enrique Santiago, responsable de la ponencia en la comisión de Interior y sustituido en julio –tras el fracaso de las elecciones andaluzas– por Lilith Verstrynge en su puesto como secretario de Estado del ministerio que dirige Belarra, corrigió a Iglesias en Twitter sobre la prohibición de las pelotas de goma. «La 'ley mordaza' no menciona una sola vez las pelotas de goma, es materia de la leyes de policía autonómicas y del Estado», le espetó en respuesta a otro tuit en el que el exvicepresidente responsabilizaba a los socialistas de «no querer derogar» la ley.
En este contexto, la división es más que evidente. Podemos e Izquierda Unida han cerrado acuerdos en distintos puntos electorales, pero aún no lo han hecho para las municipales en Valencia –Montero estuvo ayer aprovechando Las Fallas–, donde aún mantienen diferencias. Allí deberán competir, juntos o por separado contra la candidatura de Joan Ribó, de Compromís, un alcalde cercano a Díaz. Conflictos de intereses parecidos se producirán en Baleares, contra las listas de Mes, o en Aragón en el caso de la Chunta, formación interesada en participar en Sumar.
Lo mismo ocurre en Madrid tanto en la capital como en la Comunidad, aunque en ese caso con una coalición ya cerrada entre Podemos e IU. El rival a batir son Rita Maestre y Mónica García, de Más Madrid, respectivamente. Esta última, también alineada con los planteamientos de la vicepresidenta segunda –que el viernes exhibió sintonía con Íñigo Errejón–, espera mejorar la segunda plaza que obtuvo en los comicios de 2021, en el que obtuvo 24 parlamentarios. Fueron 14 más que la lista liderada por Iglesias, que un mes antes había propuesto a la formación de Errejón un acuerdo de coalición con primarias abiertas que fue rechazado.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.