Jésica, la exnovia de Ábalos, llega al Supremo oculta bajo una peluca y gafas negras

Esta mujer está llamada a declarar para aclarar básicamente tres asuntos en esta causa que salpica de lleno a su exnovio: si su elevado tren de vida fue precisamente parte de los cohechos que la red corrupta pagaba al exdirigente socialista; el supuesto enchufe para entrar en empresas públicas con el 'empujón' de su expareja; y los viajes dentro de las comitivas oficiales del ministerio.

Uno de los principales indicios contra Ábalos es que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha certificado que De Aldama, a través del testaferro Luis Alberto Escolano, pagó 88.101 euros por 32 meses de alquiler del apartamento de lujo que Jésica ocupó en uno de los rascacielos de la Plaza de España de Madrid hasta que en marzo de 2022 la red decidió no seguir costeándole el alojamiento.

Ese supuesto cohecho a su «novio» en forma de costoso arrendamiento no es la única cuestión por la que tendrá que responder esta mujer este jueves en el Supremo. Los informes de la Guardia Civil revelan que Rodríguez fue enchufada en empresas de la Administración central al poco de comenzar su relación «particular» con el dirigente socialista, como la UCO define ese vínculo en sus informes.

A pesar de no tener ninguna experiencia, fue contratada primero desde el 1 de marzo de 2019 hasta el 28 de febrero de 2021 en Ingeniería y Economía del Transporte (Ineco) dentro del ministerio de su «novio». Luego, desde 2 de marzo de 2021 hasta el 1 de septiembre de ese año estuvo en nómina de Tragsatec, dependiente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).

Precisamente, como «asesora» de Ineco y aunque su empleo era de «administrativa», Ábalos sumó a su amante a las comitivas oficiales de los viajes del Ministerio de Transportes fuera del país. En la aplicación con el calendario de Koldo García han aparecido hasta «16 vuelos a distintas ciudades de España y del extranjero» de Ábalos y su novia gestionados por el exasesor; entre ellos tres desplazamientos gubernamentales para participar en sendas cumbres en Rusia, Canadá y Emiratos. En una carta remitida a este periódico, el exministro sostuvo que esos viajes de Jésica dentro de las comitivas fueron pagados siempre de su propio bolsillo.