Lealtad ciega al secretario general

En la última semana el secretario general también ha recibido el respaldo de dos figuras de peso que hasta ahora habían permanecido neutrales. Echenique, que en el proceso fundacional se enfrentó a Iglesias y tras salir derrotado fue marginado en los órganos de dirección, se ha sumado ahora al bando del líder nacional. También Carolina Bescansa se ha decantado por el proyecto del secretario general. La responsable de Análisis Político y Programa, una de las cofundadoras de Podemos, goza del respeto de todas las corrientes internas y de una gran valoración entre la militancia. A estos cuatro dirigentes se añaden diputados como Noelia Vera, Diego Cañamero, Manolo Monereo, Alberto Rodríguez o Juan Antonio Delgado.

Desde el exterior, Iglesias cuenta con el apoyo de Juan Carlos Monedero. El profesor de Ciencia Política es un verso libre dentro de Podemos, pero siempre ha sido fiel al secretario general, incluso cuando se vio obligado a abandonar la ejecutiva nacional a causa de sus encontronazos con Errejón y sus problemas fiscales. Monedero ejerce de azote de la corriente afín al número dos de la formación, a la que acusa de no asumir su minoría dentro del partido o de actuar de forma deshonesta con Iglesias.

Todos los citados respaldan el giro a la izquierda de la línea política, retomar el pulso a la calle y mano dura con los socialistas. También la defensa de la pluralidad que ahora abandera Iglesias tras dirigir durante dos años Podemos de forma unipersonal. Pero, según insisten, ni son corriente ni pablistas. Ellos se definen simplemente como podemistas.