Sánchez aprieta el paso para cerrar cuanto antes la crisis en el PSOE

El anuncio de la dirigente, que formaba parte del limitado grupo de fieles que acompañó a Sánchez en su batalla para recuperar la secretaría general del partido en 2017, provocó el lunes una sacudida interna, justo cuando el PSOE se relamía aún por la actuación de su líder en el debate sobre el estado de la nación y se felicitaba de haber dejado atrás la sensación de falta de pulso provocada por los resultados de las elecciones andaluzas, en las que el PSOE encajó una derrota histórica. De pronto, el foco pasó a unos problemas orgánicos hasta entonces conocidos solo de puertas adentro.

Obligado a acelerar el paso, Sánchez ha convocado para este mismo sábado al comité federal. El líder de los socialistas tiene un poder casi omnímodo para hacer y deshacer pero, formalmente, los ajustes que acometa en la Ejecutiva tienen que ser ratificados por el máximo órgano del partido entre congresos, en el que tiene una sólida mayoría. Es precisamente por esa centralización del mando por lo que nadie se atreve a vaticinar el alcance de los cambios aunque, como suele ser habitual en estos casos, ya se haya empezado a hacer quinielas.

En general, el lamento que recorre el partido es que hay un problema de comunicación y que la estructura montada por el propio Sánchez el año pasado precisamente para poner la formación a tono de cara las próximas citas electorales –tanto en el partido, como en el Congreso y el Senado– ha fallado.

El líder del PSOE hará ahora un nuevo intento de rearmarse. Se prevé que, en breve, constituya el comité electoral encargado de diseñar la estrategia de la formación en un contexto arrollador de elevadísima inflación en el que los socialistas han detectado enormes dificultades para motivar su electorado. El CIS de junio, publicado este martes, no trajo, de hecho, buenas noticias. Por primera vez en esta legislatura, el barómetro situó a PP por delante del PSOE pero no solo porque los populares, con Alberto Núñez Feijóo al frente, estén siendo capaces de revertir a su favor la fuga de votos a Vox y de fagocitar a Cs. El estudio también detecta un trasvase de votos del PSOE a los populares del 8,3%.

Esa sensación de que no están siendo capaces de capitalizar medidas de enorme calado social como las subidas del SMI, el Ingreso Mínimo Vital, la reforma laboral o la ley de la eutanasia genera una enorme frustración, a pesar de que la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, trató de quitarle hierro. «Este Gobierno no trabaja pensando en términos de rentabilidad electoral sino de rentabilidad social. Estamos proyectando nuestro país al futuro y sentimos que nuestras medidas serán valoradas en su momento», adujo.

La composición del comité electoral ya dará una pista de quiénes son los nuevos pesos pesados y muchas miradas se dirigen al director y subdirector del gabinete del presidente, Óscar López y Antonio Hernando. Pero todo apunta a que Sánchez tiene en mente una remodelación de mayor calado y que pretende aprovechar el comité federal para lanzar un mensaje contundente.