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No lo hará inmediatamente sino en una semana. Pedro Sánchez ha anunciado esta mañana, a su llegada a la reunión extraordinaria del Consejo Europeo que ... se celebra en Bruselas para abordar las necesidades de seguridad y rearme de Europa tras el acercamiento de Donald Trump a Vladimir Putin, que tiene intención de llamar al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, y a todos los grupos parlamentarios, a excepción del de Vox, Santiago Abascal, para «intercambiar opiniones y reflexiones sobre los desafíos que tiene Europa y cuál es el planteamiento que tiene el Gobierno» el próximo jueves, 13 de marzo.
El presidente del Gobierno ha informado además de que comparecerá ante el pleno del Congreso de los Diputados a finales de este mes para dar cuenta de las últimas reuniones del Consejo Europeo al respecto, además de informar sobre contenido de las cumbres en las que ha participado a lo largo de las últimas semanas en París, Londres y Kiev, algo que aún no ha hecho y que el primer partido de la oposición ya le venía reclamando desde hace varios días.
A diferencia de otros jefes de gobierno europeos, muy explícitos y directos en sus mensajes a la ciudadanía sobre la gravedad del momento que vive Europa, Sánchez se ha mostrado hasta ahora comedido. Al margen de las respuestas en las comparecencias tras algunos de esos encuentros internacionales -en las que ha insistido en que España se mantiene firme en el objetivo de llegar al 2% del PIB en gasto en defensa solo en 2029 y ha tildado de prematura la decisión sobre su participación en una fuerza de paz en Ucrania- sus únicos mensajes al respecto los ha trasladado en actos del PSOE y como un tema de confrontación política más, con críticas al PP por su relación con Vox ("aquellos que quieren romper Europa")
A Sánchez - que preside un gobierno de coalición con una formación, Sumar, contraria al aumento del gasto en defensa y se apoya en unos socios parlamentarios con posiciones antibelicistas-, no se le han oído palabras como las que ayer, en un mensaje televisado, pronunció Emmanuel Macron, quien incluso ha puesto estos días sobre la mesa el debate de la disuasión nuclear. "La amenaza regresa desde el este. La inocencia de los últimos 30 años, desde la caída del muro de Berlín, ha llegado a su fin”, proclamó.
El presidente de Francia también convocó a una reunión en París a los jefes de Estado Mayor europeos para debatir, el próximo martes, un posible despliegue de fuerzas de paz. El Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro Esteban López Calderón, asistirá según ha confirmado la ministra de Defensa, Margarita Robles, a la cita, pero España sigue sin anticipar ni garantizar su participación en esa eventual misión.
Sánchez ha insistido al entrar en el Consejo Europeo extraordinario en que frente a las "especulaciones" sobre qué es lo que se va hacer en "una tregua, un alto fuego o en un potencial acuerdo de paz", la realidad es que "hoy la guerra continúa" y que, por lo tanto es pronto, para mojarse porque, pese a la posible retirada total de Estados Unidos de Europa y la OTAN, que algunos líderes europeos temen ya para antes del verano, ni siquiera se sabe aún cuál será exactamente el papel de la primera potencia mundial. Por el momento, Trump ya ha congelado los próximos envíos de armas a Ucrania y ha dejado de compartir inteligencia con Kiev.
Y por tanto es muy importante el mensaje que trasladó el gobierno de España hace poco más de siete días en Kiev, donde aprobamos y acordamos con el gobierno de Ucrania el trasladar y comprometer mil millones de euros en las arcas públicas españolas para la ayuda militar, fundamentalmente la ayuda militar, para que Ucrania continúe
El presidente sí ha remarcado, en todo caso, que de lo que es partidaria España es de seguir defendiendo la soberanía e integridad territorial de Ucrania hasta que "efectivamente se pueda producir ese alto el fuego que derive en una paz que tiene que ser justa y dura". Y ha vuelto a poner en valor la ayuda militar ya entregada y la comprometida, ante el propio Volodimir Zelenski, en Kiev, en el tercer aniversario del inicio de la guerra: otros 1.000 millones de euros para este 2025.
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