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Alberto Núñez Feijóo salió este jueves de La Moncloa como llegó con «cero» información sobre los planes del Gobierno para incrementar el gasto militar ... que exige Europa y con la sensación de que Pedro Sánchez esquivará al Congreso para hacerlo. Un vis a vis improductivo, de apenas 30 minutos, que se asemeja más a una «charla con café» que a un encuentro entre el presidente del Gobierno y el jefe de la oposición. «Le agradezco el café pero esto lo podíamos haber solucionado con una conversación en el pasillo», ironizó el líder del PP durante su comparecencia ante los medios.
Por más preguntas que Feijóo planteó al jefe del Ejecutivo, no obtuvo respuestas, ni sobre posibles plazos o fórmulas para ejecutar el incremento en Defensa ni tampoco sobre los compromisos adoptados con el resto de países sobre la posibilidad de enviar armamento o tropas a Ucrania. Criticó que «no tiene ningún plan» y hurgó en la división del Gobierno y en su debilidad parlamentaria. En su opinión, Sánchez está en la «encrucijada» de decidir si ante el compromiso de aumentar el gasto en defensa adquirido en la Unión Europea y en la OTAN debe romper con sus socios, que quieren, recordó, «todo lo contrario».
Si vuelve a recibir la llamada de Sánchez, el líder del PP irá por «sentido de Estado» porque está dispuesto «a dialogar y negociar», siempre que «tanto el fondo como la forma sean serios y limpio». Y a pesar de que los dos grandes partidos comparten con pocos matices la apuesta estratégica de aumentar la inversión militar al 2% del PIB, las batallas domésticas siguen pesando más que la oportunidad de consensuar un pacto de Estado. «¿Rotos los puentes? Sino hay puentes, sólo hay muros», reconocen fuentes de la dirección nacional.
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