Un científico entusiasta que brilló en el campo de la biología pesquera

Jorge, en lo profesional, destacó por desarrollar una carrera de ciencia aplicada en biología marina, más en concreto en la biología pesquera, tratando especies tan importantes para la pesca como los rapes y los gallos. Aspectos como el crecimiento, la reproducción y la identificación de las poblaciones de estas especies y de otras como el atún rojo, fueron el campo de trabajo de Jorge, donde obtuvo un importante reconocimiento y un amplio respeto internacional.

La calidad de su trabajo viene refrendada por sus numerosas publicaciones científicas en revistas de alto impacto y por la frecuente participación en congresos y en grupos de trabajo internacionales, mayormente bajo los auspicios del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES). Esta dedicación tuvo también su reconocimiento a nivel nacional; Jorge había logrado recientemente la categoría de Investigador Científico, el paso previo a Profesor de Investigación, el máximo grado en la carrera científica.

La carrera profesional de Jorge brilla por sí sola, pero todos los que tuvimos la suerte de trabajar con él destacamos su calidad humana y su energía. Jorge fue siempre una luz entre nosotros, alegre, simpático y entusiasta de su trabajo, pero ante todo buen compañero. Nos enseñó a planificar, a ser ordenados y precisos en el trabajo y, lo que es más difícil, sin perder nunca de vista el buen trato y el respeto por todas las personas. Una persona tenaz y pragmática que disfrutaba de una buena discusión dialéctica con buen humor, buscando siempre el progreso y afrontar las dificultades con optimismo.

La pérdida de una persona tan maravillosa y cálida es una enorme pena para todos. Jorge sigue y seguirá vivo en nuestros corazones para siempre.

Pablo Abaunza Martinez y compañeros del Centro Oceanográfico de Santander